Cuando se llega a determinada edad, hay cosas que saturan
tu mente de forma, a veces, un tanto trágica. Una de las edades que se
considera como la mitad era los cincuenta, por lo del medio siglo vivido y por
ser, el principio del fin. Son muy normales, por desgracia, LA CRISIS DE LA
MITAD DE LA VIDA. Las preguntas se amontonan en nuestra mente a un ritmo
vertiginoso que da hasta miedo (¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿A dónde voy? ¿Qué
he hecho con mi vida? ¿He vivido? ¿Qué significa vivir?...). Todos los que
nacieron el año 1964 cumplirán este año esas cinco décadas tan temidas. Pero,… ¿Qué
hay que hacer para superar esa crisis de la edad?
Bien es sabido que a los cincuenta cambia en un hombre
cuando llega a esta edad. El cambio puede deberse a su aspectos exterior (la
flacidez y a las arrugas ya son más visibles que en la plenitud de los
cuarenta), en problemas laborales (obviamente, tal y como está el panorama
laboral, posiblemente ya llevas trabajando tanto años en el mismo sitio que, o
te tienen cogida la medida, o están buscando prejubilarte a los cincuenta y
cinco para buscar a alguien más joven, simplemente, para pagarle menos),
problemas interno ya sean de carácter anímico o que el cuerpo (que no deja de
ser una máquina bien engrasada, te está pidiendo una puesta a punto con algún
médico que nos son, para nada, santos de tu devoción). Llegados a cierta edad
el temor a la vejez (algunos ya se sienten viejos) y a la muerte suele ser el
peor lastre para nuestra mente, y de rebote, para nuestro cuerpo. ¡Ya no somos
jóvenes!
¿Cual es la esperanza de vida en España? En 2012 rondaba
sobre el 82,38 años, es decir, bajo mi punto de vida, que los temores por lo
que ha de venir debería llegar sobre los ochenta y no a los cincuenta que para
mí, y lo digo sinceramente, no dejan de ser los nuevos cuarenta. Vale que el
cuerpo sufre cambios pero eso es normal. ¡Todo se cae chicos! Y eso lo sabemos
las mujeres que a partir de los veinticinco, ya no nos miran al frente como
antes sino más bien, observan nuestros maravillosos zapatos nuevos. ¿Por qué os
creéis que nos compramos tantos? Precisamente por eso.
Bromas a parte, la edad no es más que un estado mental. Si
dejemos que las ideas, los pensamientos sobre el fin, las habladurías de unos y
otros en pos de la edad y las malas experiencias de nuestros abuelos o amigos
influyan en nuestras vidas, vamos a perdernos muchas cosas a lo largo de esta
treintena larga de años que nos queda por vivir. Vale que habrá achaques pero
de nosotros depende de que sean sólo resfriados y poco cosa más, que otras
dolencias francamente más graves. Si empiezo a pensar: que viejo estoy, que
poco me queda, que ataúd voy a elegir para no dejarle el marrón del entierro a
mis hijos, como que es mejor que acabemos ya con nuestro sufrimiento en vez de
alargarlo más. Mas “rendirse” cuando queda TANTO POR VIVIR, tanto por
descubrir, tanto por sentir y anhelar en nuestro cuerpo, es más de cobardes y
no de mujeres y de HOMBRES que van a superar, con orgullo, ese medio siglo
vivido.
MORALEJA: Ayrton Senna, (1960–1994) fue un
destacado piloto de automovilismo de velocidad brasileño, considerado por
muchos aficionados y expertos como el piloto más rápido de la historia de la
Fórmula 1, dijo: “Todos los años hay un campeón, pero no siempre hay un
gran campeón”.
¡¡¡FELICIDADES CINCUENTONES!!! Por otros cincuenta igual de
intensos y sin miedos.
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