Es un tanto extraña la mente humana. Lo que somos capaces
de entender y percibir, con una misma situación, con un mismo problema, es
abismal entre una persona u otra. Unos solemos reaccionar rápidos, con sangre
fría, apoderándonos del problema como aquel que coge a un toro por los cuernos.
Otros, lo masifican viendo al problema en vez de toro como un gigante de los
que el bueno de Miguel de Cervantes describía en su libro de Don Quijote,
siendo molinos de viento. Otros, se quedan petrificados como estatuas de sal o
de mármol, que es mucho peor pues es mucho mas frío y distante. Otros, se hacen
una bola, y se dejan llevar por la corriente ya sea del viento o de una
cornada. E infinidad de respuestas más a un mismo estimulo, a un mismo asunto,
a un mismo escenario con marionetas, llamados hombres y mujeres, y un mundo,
que no es más grande que un escenario de guiñoles.
Pese a eso, las marionetas de nuestra historia, al tener
cuerpo, alma, mente, son vapuleadas una y mil veces, no por los bastones
típicos de juguete de las historias donde el lobo, siempre es el que acaba
apaleado, sino con la fuerza de las palabras, el arma más destructiva y
mortífera que conoce el hombre, degollando a nuestros títeres, ensartándolos, destripándolos,
dejándolos moribundos arrinconados al fondo del escenario casi sin vida. ¿Por
qué el hombre ha nacido para matar al hombre?
Y es raro como todo lo que nos rodea, se convierte en nada
hasta llegar a bloquear nuestras mentes. ¿Es tan grande el dolor que no nos
permite aprender y avanzar a la vez?
Dicen que aprender no es fácil. ¡Estoy de acuerdo con ello!
Pero aprender de un desengaño fuerte, ya sea causado por una pareja, una
amistad, un familiar, un conocido, cuesta de aceptarse como un aprendizaje en sí
mismo. Hasta que eso llega pueden pasar días, semanas, meses. Hay que saber
aprender algo de TODO lo malo que nos acontece en este mundo. Cueste más,
cueste menos, levantarse del fondo del escenario y volver a caminar, es lo
mejor que podemos hacer para que todo sea más llevadero en una vida de un solo
acto. ¿Estamos preparados todos para reponernos de algo así? ¡¡¡POR SUPUESTO!!!
El ser humano ha sido capaz de sobreponerse de cosas más horrendas que una
decepción por parte de alguien (guerras, hambre, muertes,…). Si somos capaces
de todo lo que nos propongamos en esta vida, pese al dolor, pese al rencor,
pese a ser títeres en un mundo pequeño. ¿Por qué? Pues porque aunque muchos se
crean protagonistas de nuestra propia historia, cuando baje el telón, nosotros
sabemos quienes nos verán a nosotros, en primera persona, apreciando, pese a
todo, nuestros muchos defectos y nuestras muchas virtudes. Los aplausos no
serán para los que van de astros por la vida sino para los que son verdaderas
ESTRELLAS de su propio universo, de su mundo de caja de zapatos, de sus
convenientes y absolutas vidas.
Si al intentar de ganar a uno en una batalla que sólo tú
creaste en tu mente, no buscas consuelo en el prójimo, sino aliados de tu
mentira. Se fuerte, se constante y sobretodo se cauto. ¡¡¡NADIE ES FIEL PARA
SIEMPRE!!! Y una mentira, te guste o no, no es una versión de la realidad, sino
una parte inequívoca de que no eres consciente de tu propia realidad.
MORALEJA: Alguien dijo una vez: “Cubrir una falta con
una mentira, es reemplazar una mancha con un agujero”. Quizás más de una, pese a estar
en el siglo XXI, necesite aprender a zurcir para que no la zurzan a ella con la
verdad.
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