jueves, 19 de junio de 2014

TRES NIÑAS AFORTUNADAS





* La Policía investiga el secuestro de una niña durante cuatro horas en el distrito de Ciudad Lineal (Fue liberada a unos siete kilómetros de donde ocurrió el rapto. En abril, otra niña de 9 años fue raptada en el mismo distrito. Los agentes no descartan ninguna hipótesis). Enlace web: http://www.elmundo.es/madrid/2014/06/18/53a1465c268e3eac788b4572.html - (18/06/2014).

* El raptor de una niña en Arturo Soria intentó antes captar a otra menor en la calle de Torrelaguna (Enlace web: http://www.elmundo.es/madrid/2014/04/14/534c4395ca4741b94f8b4583.html) – (15/04/2014).

Hay alguien que acecha el distrito de Ciudad Lineal. Tres son las niñas que han tenido suerte. La policía investiga, pero la descripción más bien circunstancial del raptor, no les hace poder avanzar mucho en su investigación. ¿Qué hacer? ¿Poner un policía en cada esquina? ¿O esperar lo peor para no localizar a un raptor sino a un violador o un asesino?

Lo primero que me viene a mí a la mente son los “monstruos” que se pusieron en libertad sin estar rehabilitados. No tiene trasmisores, ni GPS localizadores, ni nada pues por una doctrina mal encauzada, por no haber redactado una ley como Dios manda, fueron puesto en libertad sin reservas, puesto de nuevo en las calles con un buffet libre de persona a las que poder torturar a su antojo (me asombra ver la rapidez que han tenido, sin embargo, para la promulgación de la ley de abdicación, han corrido más que el rayo). ¿Qué necesitamos para que después de poner en libertad a personas que no están preparadas para vivir de nuevo en sociedad, vuelvan a prisión y no salgan de la misma para no volver a cometer más crímenes? ¿Hace falta otra muerte? ¿Hace falta otra victima más? ¿Hace falta otra familia destrozada? Mientras ellos NO responden una vez más a nuestras preguntas llenas de temor por no ser nosotros lo elegidos para este mal que vuela de nuevo sobre nuestras cabezas, ahí fuera hay un hombre que ha cometido tres fallos, que seguro que ha aprendido de sus errores y que por desgracia, la próxima vez no errara.

En las calles hay personas de las que no conocemos nada. Por las calles corren al día miles de caras, miles de rostros que también nos fueron ocultados a la población para que no se produjera un “linchamiento” y pudieran reinsertarse sin problemas los excarcelados. A ellos los “protegieron” de todo y de todos. ¿Quién nos protegerá a nosotros se la pesadilla vuelve otra vez? ¡¡¡NADA!!! ¡¡¡NADIE!!!

Hay miedo, mucho miedo. Hay temor, mucho temor. Son menores. Son niñas. Alguien intenta robar su inocencia y no hace falta imaginar como.

MORALEJA: Anacarsis, (s. VII AC-s. VII AC) filósofo escita, dijo: “Muchas veces las leyes son como las telarañas: los insectos pequeños quedan prendidos en ellas; los grandes la rompen”.

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