* La Policía investiga el secuestro de una
niña durante cuatro horas en el distrito de Ciudad Lineal (Fue liberada a unos
siete kilómetros de donde ocurrió el rapto. En abril, otra niña de 9 años fue
raptada en el mismo distrito. Los agentes no descartan ninguna hipótesis).
Enlace web:
http://www.elmundo.es/madrid/2014/06/18/53a1465c268e3eac788b4572.html -
(18/06/2014).
* El raptor de una niña en Arturo Soria
intentó antes captar a otra menor en la calle de Torrelaguna (Enlace web: http://www.elmundo.es/madrid/2014/04/14/534c4395ca4741b94f8b4583.html)
– (15/04/2014).
Hay alguien que acecha el distrito de Ciudad Lineal. Tres
son las niñas que han tenido suerte. La policía investiga, pero la descripción
más bien circunstancial del raptor, no les hace poder avanzar mucho en su
investigación. ¿Qué hacer? ¿Poner un policía en cada esquina? ¿O esperar lo
peor para no localizar a un raptor sino a un violador o un asesino?
Lo primero que me viene a mí a la mente son los “monstruos”
que se pusieron en libertad sin estar rehabilitados. No tiene trasmisores, ni
GPS localizadores, ni nada pues por una doctrina mal encauzada, por no haber
redactado una ley como Dios manda, fueron puesto en libertad sin reservas,
puesto de nuevo en las calles con un buffet libre de persona a las que poder
torturar a su antojo (me asombra ver la rapidez que han tenido, sin embargo, para la promulgación de la ley de abdicación, han corrido más que el rayo). ¿Qué
necesitamos para que después de poner en libertad a personas que no están
preparadas para vivir de nuevo en sociedad, vuelvan a prisión y no salgan de la
misma para no volver a cometer más crímenes? ¿Hace falta otra muerte? ¿Hace
falta otra victima más? ¿Hace falta otra familia destrozada? Mientras ellos NO
responden una vez más a nuestras preguntas llenas de temor por no ser nosotros
lo elegidos para este mal que vuela de nuevo sobre nuestras cabezas, ahí fuera
hay un hombre que ha cometido tres fallos, que seguro que ha aprendido de sus
errores y que por desgracia, la próxima vez no errara.
En las calles hay personas de las que no conocemos nada.
Por las calles corren al día miles de caras, miles de rostros que también nos
fueron ocultados a la población para que no se produjera un “linchamiento” y
pudieran reinsertarse sin problemas los excarcelados. A ellos los “protegieron”
de todo y de todos. ¿Quién nos protegerá a nosotros se la pesadilla vuelve otra
vez? ¡¡¡NADA!!! ¡¡¡NADIE!!!
Hay miedo, mucho miedo. Hay temor, mucho temor. Son
menores. Son niñas. Alguien intenta robar su inocencia y no hace falta imaginar
como.
MORALEJA: Anacarsis, (s. VII AC-s. VII AC) filósofo
escita, dijo: “Muchas veces las leyes son como las telarañas: los
insectos pequeños quedan prendidos en ellas; los grandes la rompen”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario