Cara y cruz. Noche y día. Tierra y agua. Singles y Freemales (mujeres libres
o sin hombres).
Una nueva oportunidad, un nuevo camino que se abre ante
nosotras, una nueva vida ya sea a los treinta, a los cuarenta, a los cincuenta,
a los sesenta,...
Cada cambio, cada paso adelante, incluye para nosotras
tener que inmolar algo en mayor o menor medida. Cuando es nuestra pareja la que
tenemos que sacrificar por nuestra propia nueva vida, hay que sopesar muy bien los
pros y los contras de nuestra relación.
¡Ninguna relación es fácil chicas! Eso tenerlo muy claro.
Cuando algo empieza todo es excitante, misterioso, único.
Los primeros besos, las primeras caricias, las primeras llamadas,… se
convierten en cosquilleos irrefrenables que nos recorren de los pies a la
cabeza. Él es el elegido. ¡El único! El hombre de nuestra vida. Pero a veces
olvidamos que eso ya nos pasó y que tras el tiempo, la chispa dejó de hacernos
estremecer para convertirse más en algo parecido a acomodarse. ¿Entonces que hacemos? ¿Renunciar al amor? ¡¡¡PARA
NADA!!! No se renuncia al amor NUNCA pero tener muy en cuenta que no sea un
espejismo en mitad del desierto lo que veis más que un amor que dure tanto como
el que acabamos de sacrificar.
Cuando algo nuevo empieza también tenemos que ser
consecuentes de que ellos tiene un pasado, que también han sufrido en sus
propias carnes la desilusión del amor. Aunque los hombres sean más simples que
nosotras, no por eso son tontos. Antes de empezar cualquier relación o de
acabar con la que tenemos entre manos, hay que ser consecuentes con todo lo que
eso nos comportará a todos los niveles: distanciamiento de nuestros hijos,
tenerlos que compartir con la pareja que en el futuro le salga a nuestro ex,
tener que estar a lado de otros hijos que ya han pasado por una ruptura,
conciliar las dos vidas en una sola con criaturas incluidas,… Todos llevamos a
cuestas una mochila llena con todas nuestras cosas y está claro, al que nos
unamos tarde o temprano, ya sea como pareja o como relación, también llevará la
suya a cuestas a la que tendremos que acostumbrarnos si deseamos que todo salga
bien.
¿Es más fácil seguir
con lo que tenemos que empezar una nueva relación? Hay que ser sinceros en este
punto: ¡ESO NUNCA LO SABREMOS! Hay veces que la cosa está tan muerta entre una
pareja que es mejor cerrar una puerta y abrir una ventana. Pero otras muchas
veces es más un problema de que no somos conscientes de que el tiempo pasa y
que cada vez, somos más independientes. ¿Qué
hace nuestra independencia en contra de nuestra pareja? Pues mucho y nada
bueno. Una cosa es ser independiente y otra bien diferente es aislarnos de la
persona con la que compartimos una vida. ¿Qué
quieres decir con esto? Bien, la cosa es muy sencilla: ¿Verdad que nos
gusta que nos mimen y nos escuchen? ¿Verdad que nos gusta que estén por
nosotras? ¿Verdad que nos fascina que tengan pequeños detalles que nos alegran
un día corriente? ¿QUIÉN OS HA DICHO QUE A ELLOS ESTAS COSAS NO LES GUSTAN?
Nada, que nosotras que nos lo den todo y a ellos que les zurzan. ¿Es que no sé lo que le puede gustar a mi
pareja? Si verdaderamente es esta la pregunta que te estas formulando tú
ahora mismo, será mejor que sea ÉL, de manera inminente, la que acabe con
vuestra relación. ¿Cómo no puedes saber lo que le gusta a tu pareja? O es que a él sólo le gusta el sexo pues
siempre me viene buscando. ¡MONA! Aun me pregunto que hace tu marido
contigo. ¡En serio! Porque no sirves ni como pisapapeles de papel reciclado en
el vertedero. ¡A ver! Cosita linda, a un hombre le gustan muchas cosas a parte
del sexo: música, revistas, libros, sellos, monedas, ir a conciertos, la
fotografía,… ¿Es que yo sólo le he visto
ojear el Playboy, Maxim o Interviú? ¡Bien! ¿Y? Pues regálale un ejemplar de
Playboy, Maxim o Interviú un día así porque sí. ¿Qué más da la revista que sea?
Lo importante es que te acuerdes de que él también existe. ¿Es que no me gusta que vea esa clase de revistas? ¡Mira! Mirar no
es nada malo. Intentar ocultarte a ti misma lo obvio, ese sí que es un grave
problema. Tu marido está contigo. Tu marido te ama, te quiere (donde digo
marido digo también pareja). Dime,… ¿Eres tan tremendamente egoísta de negarle
una cosa tan simple como una revista sólo porque te sientes intimidadas por esas
mujeres? ¿O es porque tienes celos? ¿O es porque piensas que tu marido no
recurrirá a autosatisfacerse en al intimidad si no tienes esas revistas? De
veras, ricura,… ¡¡¡MERECES ESTAR SOLA Y EXPUESTA EN UN MUSEO!!! Porque tu
mentalidad a la vez que todo tu, forma parte del neolítico como poco. ¡En
serio! No estoy tratando de hacerme la graciosa. Un hombre, hoy en día, cuenta
con una infinidad de elementos para autosatisfacerse sin necesidad de revistas.
Hay infinidad de páginas porno en Internet, infinidad de sitios web con relatos
eróticos que te harían hasta estremecerte a ti misma de lo intensos que pueden
llegar a ser. El sexo no debe de ser un tabú o algo malo. Y seguro que si
verdaderamente te hubieras tomado la molestia de estar un poco más pendiente de
él, sólo un poco, te darías cuenta de que no sólo le gusta mirar a mujeres con
buenos senos y tremendos traseros, sino te darías cuenta que lo que ansia hace
mucho, muchísimo tiempo, es que le dediques esa mirada, esa caricia, ese beso,
que le dedicaste cuando vuestra relación empezaba y que últimamente no le das
por miedo a acabar en la cama con él. ¿Qué te piensas? ¿Qué el próximo será un
eunuco? ¡Madre mía! No cariño no, el otro, el que venga, sea el que sea, no
vendrá a darte sólo abracitos y mimitos cuando a ti te convenga. Ese vendrá con
la espada bien “afilada” y deseando encastarla con fervor, en lo más profundo
de tu ser (y no sólo una vez a la semana, o una vez al mes, o una vez al
trimestre, o una vez al cuatrimestre, o una vez al semestre, o una vez al año
como tienes acostumbrado al pobre desgraciado que tienes a tu lado. ¡¡¡PARA
NADA!!! Ese deseará, una vez haya probado tu esencia, probarla a diario a poder
ser. ¡Esa es la verdad! No se van de su matrimonio para encontrarse a otra
mujer frígida que no les escuche y les contradiga por activa y por pasiva. Se
separan, os separáis, porque justamente, todo lo que no deseáis ya hacer con el
que tenéis a vuestro lado, lo haréis con uno nuevo que ni conocéis, sólo por no
exprimir al máximo todas vuestras capacidades de MUJER, de HEMBRA, de FÉMINA
vital y viva. Pero bueno, no todas merecéis lo que tenéis a vuestro lado así
que mejor, dejarlo que vuele libre y encuentre lo que nunca ha tenido a vuestro
lado desde hace ya mucho, muchísimos, demasiados años).
La vida no se trata de con quien la pasas sino como deseas
vivirla. Me explico, quizás haya relaciones que no sean de lo más idílicas del
mundo mundial. La rutina, el día a día, el casación, la familia, los hijos,
todo hace que las parejas se alejen, a veces, sin darse ni siquiera cuenta. Lo
que yo digo es que antes de romper una familia, se intente ese acercamiento con
ayuda de profesionales, no con nuestras amigas divorciadas o solteronas que nos
envidian por lo que tenemos a nuestro lado y por eso nos dicen, una y mil
veces, que nos separemos, que nos divorciemos, que lo dejemos. ¡¡¡NINGUNA MUJER
DIVORCIADA SOLTERA BUSCA ESTAR ASÍ SIEMPRE!!! Y os puedo garantizar, cien por
cien, que es más CELOS de vuestra relación la que ellas tienen que ganas de que
salgáis con ellas de fiesta. ¿Sino porque no paran hablar de hombres? ¿No te
has dado cuenta que lo que desean, a lo mejor, es al tuyo propio?
Una pareja es cosas de dos. A partir de ahí, sólo de
vosotros dos depende donde acabe lo vuestro.
Los consejos hay que escucharlos, pero sólo nosotros somos
DUEÑOS DE NUESTRAS PROPIAS DECISIONES.
MORALEJA: George Herbert, (1593–1633) poeta,
orador y sacerdote inglés, dijo: “No frecuentes las malas compañías, no sea que aumente su
número”.
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