Cuando alguien habla de verdugo a mí me viene a la mente un
hombre encapuchado, fuerte, con una hacha muy grande afilada en las manos. Era
el ejecutor, la parte final de la sentencia de muerte, la mano que daba fin con
la vida del acusado. Siempre pensé en ellos como personas sin alma, sin
corazón, sin sentimientos. Nunca me imaginé que cumplían una misión, unas
órdenes trasmitidas desde más arriba. Jamás los vi como parte del fin de una
cadena.
Cuando alguien habla de víctima me viene a la mente la
imagen de una persona sin fuerzas, desaliñada, falta de carácter. Su cuerpo
esta con el porte cansado, con la mirada perdida sin saber muy bien donde está
y porqué se encuentra en esa tesitura. Se trata, en mi subconsciente, de
alguien que estuvo en el lugar inadecuado a la hora más desafortunada del
mundo. Un “cabeza de turco” para llegar al fin de algo, sin que ese final ni
sea el más correcto o el más adecuado.
¿Se puede ser
verdugo y víctima? En mi mente son contrarios así que yo digo que no. Es como
decir que puedes ser parte de la solución y del problema por igual. ¿Tiene
sentido? Si tu has causado ese problema,… ¿Cómo va a estar en tu figura ser la
solución?
¿Se puede ser una víctima falsa? ¡Eso si! La víctima puede
ser algo que alguien construyó para un objetivo concreto y que sólo, cuando
cumpla su misión, será liberada (no literalmente obviamente).
¿Se puede ser un verdugo falso? De poder se puede pero es
más complicado. Un verdugo tiene unas características muy gigantescas concretamente
hablando. La fortaleza no se puede fingir, ni la falta de escrúpulos, ni la
carencia de sentimientos.
¿Por qué hoy mi pequeña diatriba se enfoca en las víctimas
y los verdugos? La verdad es que no lo sé. Mirando hoy a mi alrededor he visto
muchos verdugos, gente potencialmente cruel, sin sentido del respeto por la
vida humana. Sin embargo, las víctimas, en el mundo real, son invisibles. ¡No
podemos verlas! Sabemos que están ahí pues el que mata y el que sufre conviven
día a día el uno con el otro en el bar, en la cafetería, en la empresa, en la
cola del supermercado,… en cualquier parte. Quizás por eso mi escrito vaya de
eso hoy: es muy fácil descubrir la parte mala de las personas, de muchas
personas en concreto, pero esa parte que flaquea, que les hace ser débiles no
aparece a simple vista. Quizás, sin poder serlo, todos seamos verdugos y
víctimas por igual y ya se que he dicho que eso no es posible anteriormente.
Pero sino me doy esta explicación hoy es como si aceptara que todos los que
hacen daño están ahí, al salir de la puerta de mi casa y los que sufren,
simplemente,… no existen. ¡Duele hasta decirlo! Necesito saber que existen
víctimas en el mundo simplemente para creer que hay gente con corazón y con
alma que sólo eligió un mal momento para dejar de enseñar que en él o en ella,
habita un ser humano completo.
MORALEJA: Johann Kaspar Lavater dijo: "Si quieres ser
sabio, aprende a interrogar
razonablemente, a escuchar con atención, a responder serenamente y acallar
cuando no tengas nada que decir."
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