domingo, 22 de diciembre de 2013

EL DÍA QUE TE TOQUÉ EL PITO (OSEA, EL CLAXON)

 

El sonido de un claxon o pito es algo desapacible. No todos suenan igual pero la gran mayoría suenan de forma molesta o desagradable.

 

Con las nuevas tecnologías el sonido del claxon ha sonado más de una vez. ¿A qué me refiero? Con el invento de la mensajería instantánea los móviles se han convertido en una forma más de estar en contacto o de simplemente, distraernos de una tarea sencilla para cual se requieren los cinco sentidos más uno como es el hecho de conducir. Antes, cuando un coche se paraba en un semáforo, alguien aprovechaba para hurgarse la nariz, besar a su pareja, juguetear con las emisoras de la radio, cambiar alguno de los CD,… Ahora eso ha quedado anticuado. Ahora si llegas a un semáforo en rojo y no te dedicas a mandar chorradas por el móvil no estás en la honda. ¿Es tan importante poner una palabra más de un juego que es como el Scrabble para ganar a tu amiga o para fastidiar a tu cuñada? Y claro, no siempre tu mente está tan lucida como para que eso suceda antes de que amablemente el vecino de detrás de ti te recuerdo con un sonido de MOOOOOOOOGGGGG que llevas más de dos minutos haciendo el tonto con el semáforo en verde. ¡¡¡CUANTA TORPEZA!!! Ni encuentras una palabra que tenga una Z para ganar y lo que es peor, ya te han tocado el pito (osea, el claxon).

 

Pero una de las veces que ese sonido es más y más molesto es cuando intimas con alguien en un coche. Él te toca. Tú le tocas. Él te besa. Tú le devuelves el beso. La cosa se calienta y las manos empiezan a buscar trozos de piel tras una camisa, tras un vaquero, tras una blusa, tras una prenda íntima,… Cuando el calor ha cedido la barrera de lo imaginablemente posible que puede aguantar un ser humano antes de entrar a matar, se produce involuntariamente la toma de posiciones para adoptar, sin saberlo, una de las posturas mas complicadas del Kamasutra. En esos movimientos ella, porque normalmente suele ser ella, se resbala sin querer sobre el claxon y se produce ese,… PIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII que hace frenar en seco a ambos de golpe (de 100 a cero en décimas de segundo y todo por culpa de un pito).

 

Pero eso no es lo peor. Imaginaros que eso ocurre en un picadero, o en un lugar de encuentro de parejas. ¿Qué pasa si suena ese molesto ruido? Que ves saliendo en estampida y normalmente contra tu voluntad (ese no es pito que querías tocar) a hombres con los pantalones por los tobillos a mujeres con las bragas en la mano. ¡¡¡TODO UN ESPECTACULO!!! Eso si, no apto para corazones sensibles ni ojos no acostumbrados a carnes flácidas, pechos colganderos, barrigas cerveceras, culos con estrías y demás.

 

Y es que hay que decirlo: tocar el pito no es agradable. Pero si hay que hacerlo, para avisar a alguien o para reírse con un amigo por ese desliz fortuito contra el volante de su coche, te ríes, descargas un poco de adrenalina y a seguir adelante. ¡Eso es lo mejor! No pararse y dejar que todo fluya aunque sea con una banda sonora pitadora gratamente muy molesta.

 

MORALEJA: Hay una frase que no se quien la dijo que dice lo siguiente: "Si todo está bajo control es que no vas lo suficientemente rápido”. Esto no es aplicable jamás si el pito a manipular con la boca o con la mano (o con lo que a uno o una le apetezca), no es el del coche.

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