No se quien rezó más, ni a que Santo o Virgen se encomendó
pero por fin ha acabado una destornillarte amargura de locuras encadenadas para
conseguir un impulso para un país que no ve ni brotes verdes, ni brotes rojos,
ni amarillos, ni marrones. Sobre una enorme zona inhóspita querían cimentar un
proyecto que nos costara a todos por el capricho de un ricachón caprichoso sin
escrúpulos que pensaba que nuestro país estaba en venta. ¡No nos vendemos!
Pasamos hambre, nos torean con los sueldos, no chulean con las pagas extras,
nos recortan hasta la hebilla mugrienta de un pantalón si prisillas ya para
ajustarse,…
Pese a eso más de una vez esos que tanto saben, que tanto
defienden sus actos por activa y por masiva, para los que su mayor máxima es:
¡Que se jodan los de allí (normalmente algún lugar de Cataluña o toda en si)!
Iban hasta poner la cama si hacía falta porque una gran capital europea se
convirtiera en el lugar de diversión de alguien que sólo buscaba no invertir y
si conseguir beneficiarse de ese poco de desesperación que albergo más de un
corazón al escuchar de nuevo la palabra construcción.
¡El fin llegó de la pesadilla! Los castillos de naipes, de
rascacielos inconmensurablemente altos y horribles para la visión que hasta
ahora teníamos de Madrid, explotaron ante las narices de un alocado magnate que
no buscaba invertir en España sino llenarse los bolsillos a su antojo de las
desgracias ajenas.
¿España llegará a salir de la crisis? Quizás si. ¿Seremos
capaces de conseguir un nuevo proyecto que esté a la altura de nuestras
demandas y no de nuestras desgracias? Si el inversor tiene cabeza y no
cabezonadas de OLD CRAZY MAN. Se puede pedir una cosa, dos, tres, pero no
encabronarse con que un país se postre a sus pies y encima, le paguen por ello.
¿Estamos locos o que?
En fin,… ¡¡¡ALGO BUENO POR FIN!!! Que corra el cava
Catalán, las aceitunas (que todas están buenas y hay donde elegir), el pan de
pueblo con aceite de oliva virgen (que el mejor se fábrica aquí digan lo que digan).
Que se descorche un buen rioja (no hay ninguno malo). Que se preparen tortillas
de patatas, paellas, gazpacho, cocido madrileño, empanada gallega, “pa amb tomaquet”, pulpo a la gallega,
butifarra a la brasa, “all i oli”.
Que se corte buen queso que de eso tenemos de sobra en este gran país y de
todas clases, para todos los gustos. De postre polvorones de la Estepa (estamos
casi en Navidades así que,… ¿Por qué no? Que de Murcia venga la fruta, de
Badajoz en buen jamón y embutidos curado, que de Cáceres vengan las cerezas de
Jerte. Que de norte a sur se monte una mesa en cruz, en cuadrado, en ocho
puntas o seis para que no falte ningún producto de esta gran tierra. ¡¡¡SOMOS
GRANDES!!! Tenemos todo lo que deseemos y más pues tenemos una tierra que baña
el sol, que es lugar de veraneo, que envidia más de un país que ahorran para
pasar las vacaciones aquí.
Las locuras del juego a otro lado. Que si, que somos a
veces un país de pandereta, que siempre hemos tenido a malos estrategas en el
poder. Pero lo mejor de todo es que para echarle huevos al asunto, de esos
tenemos muchos y aunque nos muramos de hambre, no vamos a arrodillarnos ante
capullos, lunáticos, locos, psicópatas del juego, mafias, conejitas siliconadas
de tercera regional o pero, chulos, macarras, y un largo, larguísimo etcétera
sin fin. Quien quiera mesa para comer que la reserve, no hay problema, pero que
pague por el festín. No nos sobra en dinero para invitar a tanto necio venido a
más. Aquí hay una máxima muy clara: si quieres y deseas lo mejor, hay que pagar
y no esperar que encima te pague por venir.
¡¡¡ADIOS!!! Con las dos manos, los dos pies, con la muleta
y el capote. Te marchas estocado, herido, humillado y sobretodo, encabronado
por no salirte con la tuya. ¡En España somos así! Locos también, quizás más que
tú, pero tan sobradamente preparados para decir NO a ti y a cualquiera que
venga con esa prepotencia manipuladora que da un dinero mal ganado por el
juego.
MORALEJA: Juan Pablo Mártir dijo en 1626: “Los españoles son
ejemplo que no parece excepción, pues siendo generalmente de estatura pequeña,
la grandeza del corazón es tan grande que les da aliento, de forma que con su
propio valor se han hecho dueños del mundo”. No sé si es la mejor frase para
hoy pero… me ha cautivado por lo de la grandeza del corazón.
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