Domingo, 1 de septiembre de 2013
Amigo querido,
Se que para ti sólo soy una amiga, alguien que
siempre ha estado ahí cuando necesitabas un hombro en el que llorar, quien iba
a tu lado cuando precisabas apoyo después de una mala experiencia en algo que tú
pensabas que podía ir por otro camino.
Durante mucho tiempo sólo me conformaba con
ese cariño de amigos que no implicaba nada de contacto más allá de un abrazo,
una caricia, un contacto casual y poca cosa más. Pero me he dado cuenta que
este tiempo que hemos pasado juntos, viendo esas mujeres que pasaban por tu
vida sin darse cuenta de lo que tenían cuando estabas a su lado, han hecho que
naciera en mi corazón algo tan grande que ya no puedo conformarme con ser sólo
amigos. ¡Te amo!
Sé que tú ahora no estás en el mejor momento
para que alguien te confiese algo tan bello o tan fuerte según se mire, que la
vida te ha llevado por caminos en los que las mujeres te han utilizado como un
juguete más de una vez y se han aprovechado de tu cariño, de tu bondad, de tu
corazón, de todo tu ser.
Yo no puedo prometerte nada, ni quiero. Las
promesas sólo son deseos que se acaban borrando con el tiempo. Yo sólo quiero
que sepas que no puedo seguir a tu lado sino es siendo algo más que tu amiga.
No quiero obligarte a nada y te dejo todo el
tiempo del mundo para que pienses en lo que te he dicho, en lo que yo siento,
en lo que tú sientes y deseas.
No hay tiempos, ni cláusulas raras, ni excusas
absurdas. Yo me alejo de ti para darte tu espacio y si no quieres nada conmigo
en plan de pareja lo entenderé y lamentaré perderte como amigo. Si consideras
que nos podemos dar una oportunidad aquí estaré a una llamada de distancia.
Espero poderte escuchar pronto pero sino te
vuelvo a escuchar nunca más sólo decirte que estar junto a ti no ha sido un
error sólo que no puedo negar lo que siento y por el bien de ambos,… la
distancia será lo mejor.
Tu amiga que no puede dejar de quererte,
ANDRÓMEDA
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