BUSCANDO
BESOS
Debajo de mi cama no
están
y yo se que lo guardé
aquí,
junto a mi cofre de
los deseos
que me regalaste en
septiembre,
por tu cumpleaños.
Los busco en mi
armario,
junto las ropas
aromadas de ti
(con dulzura a
frambuesa
y trozos de chocolate
blanco).
Los busco en la casa,
en el patio, en el
cielo,…
Los busco en el aire
de la mañana anudada
que regalaste a la
luna de madrugada
con el sudor vendido
en mi almohada.
Los busco en las
sombras,
en el reflejo de la
tarde malgastada,
en el oasis de la noche
derrochada.
¿Dónde los puse? No
lo recuerdo.
A veces pienso que se
oculta de mi,
que juegan al
escondite contigo,
que saltan de acá
allá de alguna forma,
que ni siquiera puedo
verlos para secuestrarlos.
Hoy no regresaste.
No se cuando fue
la última vez que
volviste.
Me desespera una
lágrima
que nace presa en mi
ojo.
Como por arte de
magia,
aparece un roce en mi
mejilla
y en mi boca, se
estrella
un castillo de fuegos
artificiales colmado
de ellos.
¿Dónde estaban?
A quien le importa.
Los trajo tu boca.
¡Con eso me quedo!
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