lunes, 23 de septiembre de 2013

AGUJAS PARADAS (poema)


 
AGUJAS PARADAS
 
La lana no se teje sola.
Quieta, inmóvil, paralizada,
como si la muerte se hubiera
apoderado de cada hebra.
Yace a solas en la cesta
olvidada de mimbre.
 
Tus dedos,
aquellos que un día
buscaban pasar el hilo
por la aguja, ya no
están entre nosotros.
 
Se paralizó el ovillar.
Se acabó la pasada,
el punto, el inicio y el cierre.
 
Mil cuellos afónicos,
mil manos heladas,
mil pies silenciados
por un escarchar muy fino y agudo.
¡Todos muertos a tus pies!
Ya no hay madeja caliente
como tus besos dulces,
ni amor tan tierno
como el de tus arrullos,
ni nada que pueda
volver a ser tan cálido,
como volver a estrecharte
con un abrazo una sola vez más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario