VEINTINUEVE DE JULIO
Mis recuerdos
son ahora fotos,
donde tú estás,
donde quedaste
grabada a fuego.
Tu sonrisa,
tu forma graciosa
de ser feliz junto a tus hijas,
tu más que querido abrazo
al llegar el verano
y el dolor de la despedida
cuando este se acababa,
eran bálsamo,
cura, dolor y ternura.
¡No estás! Ya no y no
puedes imaginarte cuanto
te echo de menos.
Cada paso que doy,
cada decisión
que tomo en esta vida,
sin saberlo, lleva tu nombre,
el deseo de que tú en mi lugar
hubieras podido hacer lo mismo.
¡No voy a llorar!
No voy a derramar
ni una lágrima más.
Hoy quiero abrazar
los retazos que dejaste
en mi memoria,
y con tu recuerdo,
vivir este día
de tu último adiós,
con todo el amor
que me enseñaste
a tener en mi corazón.
¡No me faltas!
Estás en mi corazón.
¡No te extraño!
Te llevo conmigo.
¡No te castigo
con mis lloros!
Sé que por fin eres feliz
y descansas en paz,
con tu hijito de alma al lado.
La eternidad era para ti
Granada y ahora estás
donde querías estar.
¡¡¡TE QUIERO!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario