Pese a ser el periodo del año donde más parejas deciden
divorciarse, las vacaciones, siempre, están llenas de alegría y felicidad. ¿A
quién no le gustan las vacaciones? Ya sean en julio, agosto, septiembre,…
octubre, todos, absolutamente todos, disfrutamos de los días de descanso MÁS
QUE MERECIDOS, como si no hubiera un mañana.
¿Qué es lo mejor de las vacaciones? Bueno, el poder
alejarse del jefe durante dos, tres o cuatro semanas (aunque sólo sea un par de
días), es sin duda, lo mejor de las vacaciones. ¡Que alivio! Es como si
hubieras puesto unos zapatos tres tallas más pequeños y, cuando llega la hora
de irse a casa y no volver hasta pasado un tiempo, te quitaras esas angustiosas
torturas “pieciles” para poder no sólo liberarte de la presión, del dolor y de la
angustia ocasionada sino, para sentirte en cierta manera, hasta aliviado por
hacerlo.
Pese a que los niños estén todo el día detrás de ti, pese a
los atascos que puedas encontrarte, pese a la salmonelosis que puedes llegar a
coger por esa ensaladilla rusa comida que tenían tan buena pinta, librarse del
jefe es LA MEJOR ALEGRÍA DE LAS VACACIONES sin lugar a dudas.
¿Que te tuestas al sol demasiado y te dan fiebre de
cuarenta por la insolación? ¡No pasa nada! Mañana no tengo que ir a trabajar.
¿Que te quemas en la barbacoa del camping? ¡No pasa nada! Mañana no tengo que
ir a trabajar. ¿Que te resbalas subiendo una montaña y al llegar abajo, de la
zona culera del pantalón, no queda más que la ropa interior? ¡No pasas nada! Mañana
no tengo que ir a trabajar.
Y no pasa nada por decirlo. ¡TRABAJAR CON PERSONAS DESPOTAS
E INTRASIGENTES ES UNA CABRONADA! Pues sí. Todo el mundo es grandecito para
saber lo que tiene que hacer y como lo tiene que hacer. No hay que estar todo
el día, como un puñetero madero detrás del personal, como si de la señorita Rotenmeyer se tratara, diciendo: no te rías, no digas eso, no
levantes la vista de los papeles, no te quejes por la luz apagada, no te quejes
por estar a cuarenta grados, no hagas eso (ir al baño por ejemplo),…
¡¡¡CANSA!!! ¡¡¡AGOTA!!! ¡¡¡MOLESTA!!! Es una verdadera tortura laboral.
En fin, que cuando llega el final de las vacaciones, y toca
enfundarse de nuevo los zapatos pequeños el primer día y recuerdas que tu
responsable justo ha cogido las tres semanas siguiente a las tuyas y pasarás
cerca de un mes y medio sin verlo, te da por salir a la terraza desnudo y
gritar a voz en grito: ¡¡¡SOY INMENSAMENTE FELIZ!!!
MORALEJA: Bo Bennett dijo: “Un gran líder es el
que puede ayudar a otros a descubrir su potencial por sí mismos”.
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