sábado, 12 de abril de 2014

TÚ, TU CUERPO (poema)


TÚ, TU CUERPO

 

Jamás soñé yacer contigo.

Era algo que mi mente

no podía encajar:

un imposible, una quimera.

Tu mirada no me hablaba,

no me invitaba a nada

que invocara la parte

más oscura de mi ser.

Todo era comedido,

entre tú, entre yo,… entre ambos.

¡Todo era demasiado correcto!

Algo ocultábamos los dos,

y lo sabíamos, mas nunca

nos dijimos nada.

¡Era lo educado!

 

El día que las formas murieron,

nos contemplamos

frente a frente.

Nos vimos reflejados

en uno en el otro.

Lo mejor de lo peor

habitaba en nosotros

y era tan parecido que asustaba.

¡Fue mortalmente carnal!

 

La noche que no

esperábamos tener nunca,

llegó tras una espera callada

que cada día, se reflejaba

en nuestro lecho

(la ausencia de ti

me torturaba en oniro

con sueños interminables

de noches lascivas

en las que nunca estabas).

 

Hubo sudor,

se turbo el cuerpo,

se retorció el instinto

hasta la tenebrosidad

más infinita imaginada.

Lubricaste algo más

que mi mente,

algo más que mis ganas,

algo más que mi deseo.

Llegó el infinito delirio extremo

y me fundí con tu cuerpo plenamente.

 

El sueño me venció

tras la larga espera.

Al despertar estaba

entre tu cuerpo desnudo.

Si era un sueño

o una quimera

poco importaba ya.

Me sentía fémina.

Me sentía hembra.

Me sentía, por un momento,

parte henchida de ti.

¡No necesitaba nada más!

No nunca, no jamás.

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