* Muere Gabriel García Márquez (El que ha sido
uno de los escritores más influyentes del siglo XX fallece a los 87 años
dejando al mundo una obra inmensa y el legado del realismo mágico). Enlace web: http://www.lavanguardia.com/cultura/20140417/54405916916/gabriel-garcia-marquez.html.
Jueves, 17 de abril de 2014
Querido García Márquez,
Querría aplicarme tu frase pero no puedo. Has marcado mi
mundo con tus obras y hoy que nos has dejado, lloro porque se termino y mis
labios no pueden esbozar ni una leve sonrisa por todo lo que sucedió. ¡No
puedo!
Tengo que reconocer que te conocí quizás demasiado tarde,
forzada por un sistema educativo que nos obligaba a leer Crónica de una muerte anunciada. ¡Te odié! Pero era joven e
inexperta. Cuando cayó por fin Cien años
de soledad en mis manos, ni me acordaba ya que tú eras el mismo escritor de
la “muerte anunciada”. Desde aquel momento, caía rendida por entero a tu prosa.
Busqué tus obras, desde la primera hasta la más reciente,
en bibliotecas para no perderme nada. La
hojarasca, El coronel no tiene quien le escriba, La mala hora, Los funerales de
la Mamá Grande, Relato de un náufrago, Ojos de perro azul, La tigra, Memoria de
mis putas tristes y muchas más pasaron ante mis ojos cautivándome de nuevo
una vez más.
Cuando el cáncer te llegó y lo dijiste por el año dos mil,
como si fueras un pariente muy cercano, sentí una punzada en el corazón. Clamé
al cielo que no te podía apartar tan pronto de esta vida.
Catorce años de más fueron concedidos por el cielo ni uno
más. Pese a eso, el dolor hoy es más intenso, más cruel, infinitamente mas doloroso
pues ya,… ¡Te creía inmortal!
Nunca está preparado nadie para un adiós definitivo. Nunca
esperas que el teléfono suene a horas indebidas para comunicarte una partida
temprana. Nunca puedes retener algo que forma parte del hecho de estar vivos. Pese
a todo, lo intentas y te aferras al borde mismo del filo del acantilado,
intentado “robar” minutos a las horas.
¡Pero tu reloj se paró! Ya no escucho un tic-tac que me fortalecía tanto por
dentro que formaba casi parte de mí.
Dejaste tu pluma caer sobre el escritorio tras poner tu
último punto y final. ¡No es justo!
Deseo buscar una forma coherente de despedirme pero me está
costando horrores hacerlo. Decirte adiós no es fácil para mí. ¿Quién me
acompañará durante las horas más incoherentes de la noche cuando el sueño juega
conmigo al escondite? Antes estabas tú pero ahora,… ya no hay nadie (Quizás esa
sea la forma mas bella de recordarte y es no dejando que nadie ocupe jamás un
lugar que tú te ganaste, en mi vida y en mi corazón, durante mucho tiempo).
Recuerdo tus palabras sobre este ultimo paso de la vida:
“Lo único malo de la muerte es que es para siempre. Todo lo demás es manejable,
pero la muerte…. ¡Esa sí que es la gran trampa!”. Caíste en la trampa y te
alejaste de siempre de nosotros. ¡Dejaste que ganara! Y desde aquí, ese
secuestro injusto de la parca, nos hace llorar amargamente sin poder contenernos
porque llegó tu fin. ¡Descansa en paz ilustre amigo! Duerme para siempre en ese
lugar tan alto que ese Dios que no sabías si existía o no, te tiene reservado.
Te llevaré siempre en mi recuerdo,
ÚRSULA I.
MORALEJA: Nadie se marcha jamás del todo mientras quede alguien que le siga
recordando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario