UN DÍA FUIMOS
SÓLO UNO
Un día fuimos sólo uno.
Conjugábamos verbos a solas y el sol,
que siempre se marchitaba
ante nosotros, único,
nos daba las buenas noches.
Las lunas más bellas brillaron.
No había nunca un cielo
azabache sobre tú y yo.
¡Fue bonito! No había
nada pluscuamperfecto.
Todo era claro,
en presente de indicativo.
Hubo días que no querías conjugar.
No existían los verbos,
sólo vivía el sujeto,
uno directo que hacía
daño hasta sentirlo,
que siempre acababa
con un perdóname tardío.
Al final ya no había un nosotros.
¡Sólo conjugabas en futuro!
Un futuro dónde mi nombre no tenía cabida.
La noche oscureció para ese uno.
La luz bella en un pasado,
dejó visible todos los lugares
negros de nuestra existencia humana.
No quedaba amor.
No había dulzura.
No se podía perdonar en infinitivo.
¡Dejé de conjugar a solas
verbos que sin ti,
ya no tenían sentido!
Renuncié a hablar, simplemente.
Las palabras perdieron su fuerza.
Un día fuimos sólo uno.
¡Lejos, muy lejos, quedó ya ese día!
No hay comentarios:
Publicar un comentario