Las
madres no entiende de vacíos legales, ni de irresponsabilidad subsidiaria, ni
de pruebas in concluyentes.
Las
madres no entienden de causas, ni juicios sin sentencia, ni de penas cumplidas,
ni de la edad legal para juzgar, ni de abogados, ni de fiscales, ni de
acusaciones particulares.
Las
madres no entienden que si hay un muerto, el cadáver no aparezca, ni que se les
diga “que se hace todo lo que está en su mano”, ni que “están a su servicio”,
ni de palabras huecas que nunca dan consuelo.
Las
madres no entienden las sepulturas desocupadas, ni de interrogatorios que no
tienen fin, ni de respuestas que jamás se dan pese a la presión de la justicia,
ni de silencios incómodos de los supuestos culpables, ni de suposición, ni de locura
transitoria.
Las
madres no entienden pero no porque no sean cultas, porque algunas no sepan leer
o escribir.
Las
madres no entienden no porque no hayan podido ir al colegio, o porque las
clases fueran duras, o porque no les dejaran seguir estudiando.
Las
madres no entienden porque son madres,… así de simple.
Las
madres, hayan parido un hijo o no, el sentimiento lo tienen a flor de piel y
cualquier causa que les arrebate ese ser de este mundo por el motivo que sea,…
no puede ser entendido.
La
vida tiene su ciclo pero no se puede pretender que una madre entienda la muerte
de un hijo da igual el motivo.
Las
madres no entienden como un semejante mata.
Las
madres no entienden la vida sin la razón de su vivir.
Las
madres no entienden la existencia sin su pequeño y al final, como hoy, acaban
yéndose en su búsqueda.
MORALEJA: En la obra de teatro BODAS DE SANGRE de Federico
García Lorca la madre dice: “Madre: Pero no es así. Se tarda mucho. Por eso es tan
terrible ver la sangre de una derramada por el suelo. Una fuente que corre un
minuto y a nosotros nos ha costado años. Cuando yo llegué a ver a mi hijo,
estaba tumbado en mitad de la calle. Me mojé las manos de sangre y me las lamí
con la lengua. Porque era mía. Tú no sabes lo que es eso. En una custodia de
cristal y topacios pondría yo la tierra empapada por ella.” Por eso las madres jamás podrán entender,… porque
aman sobretodo y por encima de todo, la vida de sus hijos.
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