Alguien
te sigue y te molesta. Alguien está en la puerta de tu casa y te molesta. Vas a
cenar, o a comprar, o dar un paseo y te molestan. ¡Siempre son los mismos! ¿Qué
pasa?
Se
pueden llamar escraches o pueden llamar cobradores del frac. Los dos cumplen
una función importante. Uno, los escraches, cumple una función social contra
una deuda que se han adquirido con el
pueblo, ya sean ministros, alcaldes, etc., y que no se ha cumplido. Los otros,
los cobradores del frac, cumplen una función empresarial contra una deuda que
se ha adquirido con una persona jurídica o física y el contrayente, no se ha hecho cargo de saldar
lo subscrito.
Para
muchos, cada vez más por desgracia, son un incordio. Pero las deudas adquiridas
son deudas. Aceptarlas y pagarlas es la mejor solución para acabar con la
situación incomoda que significa tener la suficiente inteligencia de no
escurrir el bulto, cuando algo no se cumple (pero claro, esto sólo sirve para
los que tiene dignidad, conciencia o simplemente, sentido del ridículo).
¿Los
insultos? ¿Los desprecios? ¿Los golpes? Existen, no vamos a negarlo, pero no
por parte de los que reclaman lo que se les adeuda sino por los deudores que,
frente a la verdad día tras día tras día, se sienten faltos de herramientas
para enfrentarse con la prueba constante de una mala gestión, un tanto incómoda
dicho sea de paso, pero única y más real que la propia realidad vivida.
La
solución suele ser fácil. El orgullo, la falta de sensibilidad, la chulería, hacen
que lo sencillo se convierta en una lucha “televisiva” a veces que quiere hacer
competencia directa con otros realitis
que sinceramente, tienen más veteranía
dentro de la caja tonta. Aquellos que intentan rivalizar con los “grandes
hermanos” televisivos, se olvidan en sus charlas ante las cámaras, que aquello
es un concurso y lo que ellos hacen y dicen, forma parte de una vida que
empieza a ser no embarazosa sino preñada de falta de conocimiento y de falta de
responsabilidad latente por un gobierno, estatal, municipal, comarcal, etc.,
que da realmente asco.
MORALEJA: Joan Manuel Serrat en su canción Sinceramente
tuyo decía: NUNCA ES TRISTE LA
VERDAD , LO QUE NO TIENE ES REMEDIO.
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