¿ELEGISTE BIEN PADRE?
Te fuiste demasiado pronto.
Sólo existía para ti el trabajo
y los tuyos, apenas
disfrutábamos de ti.
El alba de veía partir.
Era la luna la que te
acompañaba de vuelta a casa.
¡Eras imprescindible!
Aquí y allí, en todas partes.
¿Por qué les elegiste a ellos?
Ellos no llevaron
tu cuerpo en hombros,
ni derramaron una sola
lágrima en tu último adiós.
Hoy volví para recoger
tus cosas en la empresa.
¡Ya había otro en tu lugar!
Pocos me conocían a mí
y eso que llevabas más
de veinte años trabajando ahí.
Nadie me dio el pésame,…
todos estaban demasiado ocupados.
Salí con el corazón encogido,…
¡Nadie se acordaba ya te ti!
Mi padre ya no estaba y ellos,
seguían facturando,
seguían presionando,
seguían haciendo un mito fugaz
a nuevo líder que al morirse,
sustituirán sin más.
Pasó un año ya.
¡Ninguno te recuerda!
Mama sigue fingiendo
que no te echa de menos.
Sus ojos rojos de llorar
a escondidas la delatan.
Yo me he convertido
hoy en mujer, pero no
estabas aquí para verlo.
Pasó un año más.
¡Ninguno te recuerda!
Mama sigue disimulando
no sollozar cuando nadie la ve.
Yo he conocido a un chico.
Me pregunta por ti,… yo
no puedo contener el llanto.
Pasaron cinco años más.
¡Ninguno te recuerda!
Mama ha envejecido muy rápido.
Parece que los años le hayan
caído encima sin evitarlo.
Mi novio me pide que me case con él.
¿Quién me llevará al altar padre?
Pasaron cinco años más.
¡Ninguno te recuerda!
Mama tiene la mirada ausente,…
¡Sigue esperando tu regreso!
Hoy me han dicho que voy a ser mama.
Tu nieto crece en mis entrañas,
un nieto al que no abrazaras.
Ninguno te recuerda,
nadie te espera de allí.
Aquí, cada día sin ti,
es un castigo insoportable.
¿Elegiste bien padre?
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