BAILA CONMIGO
Suena el Tango
no muy lejos.
Estás en la otra punta
de las pista de baile.
¿Vendrá? Se preguntan
mis pies mientras las notas
recorren por las futuras
carreras de mis medias.
Una Adicción por ti
cobra vida al compás
de una voz color miel.
¡Ni por esas te acercas!
Mis manos no pueden
contenerse más y con
chasquidos inocentes,
brindan al aire de
suaves movimientos.
Ni con Señorita
viene en mi busca.
Estás aquí pero no conmigo.
¿Quizás no quieras bailar?
¿Ese es el motivo de tú
distancia perpetua de mi cadera?
Suena Marc, Celos y
Envidia,
y no puedo dominar
más mis ganas de bailar.
Alguien me tiende una mano,
agarra mi cintura,
me hace disfrutar de la salsa
que recorre la pista de norte a sur.
Me voltea, se mueve conmigo,
disfruta de la noche, de la fiesta,
del inmenso deseo de sonreír.
Doy vueltas, giro y me mareo.
Tus brazos me recogen
antes de llegar al suelo.
No vas a soltarme. ¡Lo sé!
Danzar contigo no me gusta.
Me haces daño,
siento arder tu cuerpo,
me contaminas con tus
desbocados latidos incontrolables.
¿Qué haces? ¿Es un castigo?
Tu boca se precipita con la mía.
¡Ya no temo nada!
Castígame si así lo ansías,…
pero no dejes de besarme, no ahora.
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