Microbio: Un microorganismo, también llamado
microbio (del griego μικρο, «micro», diminuto, pequeño y βιος, «bio», vida, ser
vivo diminuto), es un ser vivo que solo puede visualizarse con el microscopio.
La ciencia que estudia los microorganismos es la microbiología. Son organismos
dotados de individualidad que presentan, a diferencia de las plantas y los
animales, una organización biológica elemental. En su mayoría son unicelulares,
aunque en algunos casos se trate de organismos cenóticos compuestos por células
multinucleadas, o incluso multicelulares (Enlace web: http://es.wikipedia.org/wiki/Microorganismo).
Bacteria: Las bacterias son microorganismos
unicelulares que presentan un tamaño de unos pocos micrómetros (entre 0,5 y 5
μm, por lo general) y diversas formas incluyendo esferas (cocos), barras
(bacilos) y hélices (espirilos). Las bacterias son procariotas y, por lo tanto,
a diferencia de las células eucariotas (de animales, plantas, hongos, etc.), no
tienen el núcleo definido ni presentan, en general, orgánulos membranosos
internos. Generalmente poseen una pared celular compuesta de peptidoglicano.
Muchas bacterias disponen de flagelos o de otros sistemas de desplazamiento y
son móviles. Del estudio de las bacterias se encarga la bacteriología, una rama
de la microbiología. (Enlace web: http://es.wikipedia.org/wiki/Bacteria).
Hay dos envidias sanas que he tenido siempre en mi vida:
·
La
primera a todas aquellas que conocieron a Pierce Brosnan y compartieron más de
una noche tórrida con él.
·
La
segunda a todas aquellas personas que tienen un seguro privado y pueden costearse
el poder acudir a un centro que no sea de la seguridad social donde son
tratados como se merece un paciente.
No digo esto contra médicos, enfermeras o auxiliares en
general (algunos, como en todos sitios, hay que echarles de comer a parte pero
en toda las casas tiene que haber una oveja negra y eso es lo de menos) que
bastante soportan ya teniendo que ver como otros funcionarios sus sueldos
recortados y sus pagas eliminadas en parte. Lo peor que nos podemos encontrar
en un centro sanitario de la seguridad social son los pacientes. Y dentro de
esta categoría de “PACIENTES” los peores son los de URGENCIAS.
Es lógico, y lo digo por voz propia, que uno acude a estos
lugares cuando tiene una urgencia sanitaria o eso es lo que yo creía hasta
ahora. Por desgracia, situaciones familiares me han llevado a tener que visitar
estos lugares de urgencias a diferentes horas del día y puedo garantizaros que
he salido completamente horrorizada de la fauna que allí se reúne. ¿Cómo se
puede ir a urgencias a pasar el rato? Pues si,… hay gente que va a pasar el
rato. Y no dicho por su indumentaria que suele ser de lo más variopinta con sus
pelos bien cardados, su maquillaje impoluto y su perfume comprado para
aparentar que aún se es joven por el olor, sino por los propios médicos y
enfermeras del centro que ya se los conocen y pese a que su código no les
permite dejarlos para los últimos, saben bien que sólo vienen a pasar el rato y
les incomoda que día sí y día también tengan una nueva dolencia rara
descubierta en la inmensidad de alguna tertulia de sobremesa en una excursión
“imsersoriana” o, los mas atrevidos con nietos un tanto mas modernos las
encuentran perdidas, una y mil veces, entre las muchas páginas de Internet
buscadas para esa ocasión para causar furor en la sala de espera. Da asco
escuchar la poca vergüenza que tienen. Con risotadas sórdidas como si aquello
fuera una cafetería y ellas estuvieran inmersas en una charla de amigas.
Luego está la típica mama y la hija que se convierten en
las tertulianas de moda de la sala de espera y encima, con el volumen del habla
estropeado en un tono demasiado elevado para obviarlo. Estas se entretienen
cortándoles trajecitos a todo aquel que pasa. Lo bueno es que, como saben que
están haciendo algo incorrecto, que si las miras fijamente, se dan cuenta que
las estás escuchando y puedes conseguir diez minutos de silencio y paz por
parte de sus tremendas bocazas (mas,… es un reto imposible).
Luego vienen los que se conocen a todos los médicos de
todos los centros y siempre se piensan, que porque les saluden sentados, van a
entrar lo siguientes (tengo que decir que jamás he visto que pasaran delante de
alguien que llegó antes pero ellos, cuando salen, siempre explican que como el
médico le conoce, le ha pasado antes. ¿Invención pura y dura? ¡Si!
Absolutamente sí (no son de los que suelen molestar mucho así que si ellos
quieren creerse sus propias mentiras,… libres son).
Los peores son algunas personas que vienen de fuera de
España (no me refiero a nadie en concreto, no soy racista y me da igual como se
lo tomen quien disponga porque para nada marco a nadie con el dedo). Da igual
que vengan del norte o del sur (fuera de nuestro país) que sus voceos a la hora
de hablarse en la sala de espera, y eso que suelen estar bien cerca, son completamente
desagradables (en todas las salas de espera se ruegan guarde silencio). Cuando
viene el de seguridad, de ponen rectos y mantienen las formas pero sólo unos
instantes. Luego, grita que te grita, vuelve a faltar el respeto a todos los
allí estamos y no por gusto. Muchos con sangre, con dolor de cabeza,
angustiados por un familiar que esta dentro, callados, expectantes, enfermos.
Ellos, que se creen que no son atendidos porque no pertenecen al país, se
revelan, llaman racistas a los médicos y suelen armar alguna bronca porque así,
y sólo así, son visitados antes y por desgracias,… ellos lo saben. Vuelvo a
decir que yo no estoy contra ninguna cultura, ninguna religión, ninguna persona
da igual de donde sea pero ya que hay que guardar silencio y decoro, dejar de
gritar, dejar de poner los pies descalzos sobres los asientos donde después se
tendrán que sentar los demás, dejar de armar cirios para que os atiendan antes
apelando a un RACISMO que no existe en un pueblo hermano o convecino. Nos
llenamos la bocas de críticas contra todos aquellos que os tratan mal según
vuestra forma de ser pero es este país que esta pasando por un duro momento, el
que no ha cerrado nunca sus fronteras, que siempre ha acogido a multitud de
razas y culturas y es aquí donde se os está dando una sanidad, una educación,
unas ayudas, unos servicios y una atención, que jamás encontrareis en vuestros
países de orígenes y lo sabéis, porque si yo soy mal atendido en un país, me
vuelvo a mi tierra porque en mi casa no se está mejor que cualquier otro lugar.
Pero no es así, no para vosotros y lo sabéis. Por eso seguís abusando de la
confianza y la paciencia de muchas personas que justo, estando enfermas, la
perdemos por nuestro familiar, por nuestro amigo, por nuestra pareja, a
sabiendas de que nos tachareis de RACISTAS sólo por recordaros que hay que
estar en silencio en la sala de espera de cualquier centro sanitario de
urgencias en todo el estado español.
MORALEJA: Esta va dedicada a la señora del
box de enfrente de la camilla de mi familiar que cerro la cortina asustada
cuando a mi familiar le dio un ataque de tos por írsele el agua que tomaba con
la pastilla que le habían dado, por el otro lado. Señora, ha entrado con
problemas de corazón (cosa de la que no tendría que informarle pues como usted
ha podido controlar, esta monitorizada desde que ha entrado). No tienen nada
malo y si algún microbio o bacteria hubiera invadido su cuerpo, sea un poco más
inteligente y tápese la boca y no corra la cortina, no por que me haya ofendido
a mi o a mi familiar, sino porque con la pinta que tiene la cortinita, y los días
que tiene que llevar allí colgada sin un triste lavado corto que llevarse a la
boca, posiblemente se haya contagiados de Acondroplasia, Adamantinoma, Alcaptonuria,
Aniridia, Beriliosis, Difalia, Ectrodactilia, Fucosidosis, Germinoma, Síndrome
de Ho Kaufma Mcalister, Ictiosis Arlequín, Ipex, Mastocitosis, Mesotelioma,
Miastenia gravis, Enfermedad de Norrie o Síndrome de Ochoa con tal
de evitar una tosecilla minúscula de alguien que se atragantó con un simple
buche de agua.
Eso si,… me quedo con las
TREMENDAS ganas de hacerle la prueba de Chvostek por varias veces para
comprobar que usted sigue tan sana como antes de correr la cortina.
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