UNA MUJER EN LIBERTAD
Una vez más una gota de tu sangre
golpeando de nuevo el suelo.
Una vez más las lágrimas
enmudecidas por la almohada.
Una vez más un silencio callado.
¡Esa es tu vida!
Un deambular perpetuo
por indefinible camino
llamado dolor, sufrimiento, esposo.
Abrir el periódico y pensar:
“Ella tuvo suerte.
Ya no sufre más”.
Y creerlo de veras,
deseando la muerte,
ansiándola en cierta manera,
anhelando que por fin
se acabé tu padecimiento.
Una vez más una gota de tu sangre
golpeando de nuevo el suelo.
Una vez más las lágrimas
enmudecidas por la almohada.
Una vez más un silencio callado.
¡Esa es tu vida!
Un deambular perpetuo
por indefinible camino
llamado dolor, sufrimiento, esposo.
¿Qué número
pretendes ser?
¿Uno de tumbas?
¿Uno de valientes?
Mientras lo piensas
él llegó de nuevo.
Te demostró lo “hombre”
que es una vez más.
Ni una gota
de sangre más.
Ni una lágrima más.
Nunca más
silencio callado.
¡Esta es ahora tu vida!
Una mujer en libertad.
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