En el futbol, como ya comentaba el otro día y más en
nuestro país, no todos son iguales y menos ante los ojos de la federación
española de este deporte en cuestión.
Todos recordamos, pues una de las imágenes que más se
proyectaron, en la temporada 2011-2012 cuando Mourinho se fue para el
desaparecido y querido Tito Vilanova y le metió el dedo en el ojo ante la
impertérrita mirada de uno de los que luego se llamó el hombre “inmutable”. Al
entrenador del Real Madrid, por aquella acción, le cayó un partido de sanción
que ni cumplió pues fue indultado por Villar.
El pasado 17 de agosto, en el partido de vuelta de la final
de la Supercopa de España, los ánimos estaban a flor de piel y al entrenador
del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, pues se le fueron unas palmaditas
en la nuca del cuarto árbitro. Tras aquello, fue expulsado y se colocó en la
grada, tras el banquillo. Una vez se expulsa a un entrenador de un equipo,
puede estar donde el público pero jamás cerca del banquillo para no confundir
al arbitro. ¡Bueno! Eso es lo que dice la teoría, que de nuevo vamos con el
mismo del dedito, que en el segundo partido de sanción que tenía que cumplir
por mandar a la mierda a Paradas Romero en el partido de Copa del Rey que el
Madrid jugó contra el Murcia en la temporada 2010-2011 se colocó, justamente,
detrás del banquillo y NADIE LE DIJO NADA.
Pues bien, al pobre Simeone, de nada le han valido los
alegatos que ha hecho y le han caído, ni más y ni menos, que OCHO PARTIDOS DE
SANCIÓN. ¿Justo castigo? ¿Exagerado? Echemos un vistazo a las sanciones más
duras hasta la fecha:
* Cortizo (Zaragoza)
le cayeron la friolera de 24 partidos de sanción. El lateral fue castigado por
una entrada que partió la tibia de Collar, del Atlético de Madrid, en un
partido de la Liga de 1964.
* Ceballos (Racing) con
12 partidos de sanción. El portero fue sancionado con 12 encuentros al
considerarse agresión a Prados García un leve toque por el que el colegiado se
desplomó en el suelo.
* Mono Burgos
(Mallorca) le sigue con 11
partidos de sanción. El actual segundo entrenador del Atlético de Madrid, por
entonces en el Mallorca, propinó un puñetazo al extremo del Espanyol Manolo
Serrano.
* Pepe (Real Madrid)
le cayeron 10 partidos de sanción. El central sancionado con diez partidos por
patear al jugador del Getafe Casquero.
* Stoichkov
(Barcelona) fueron seis meses de sanción. Aunque después se le rebajó a dos
meses, fue de seis la sanción inicial al búlgaro por pisar al árbitro Urizar
Azpitarte durante un partido de la Supercopa de España entre el Barcelona y el
Real Madrid.
* Migueli, Clos,
Sarabia De Andrés, Maradona y Goikoetxea les tocaron tres meses de sanción.
Ese fue el castigo tras los incidentes de la final de Copa de 1984 entre el
Athletic y el Barcelona, durante la que protagonizaron una fuerte pelea.
Los árbitros no son los malos. ¡Eso lo sé muy bien!
Normalmente están más expuesto que protegidos ante todos (jugadores,
entrenadores, aficionados,…). Pero tampoco podemos obviar, que en cuestión de
colores, tanto a ellos como a los de la FEF, se le ve de un milla de distancian
los que llevan en el corazón (cuando como sancionan, de forma a veces un tanto
desmesurada, en concordancia con el dolor causado por la derrota de su equipo).
En cuestiones de cara y cruz, al lanzar la moneda, está
claro que sólo hay dos opciones. En cuestiones de saber como ser justo está
claro que cuando el fútbol está de por medio, la cara o la cruz cae del mismo
lado y siempre perjudica, como no, a los que no tienen tanto apoyo logístico en
puestos estratégicos. ¡Una lástima!
MORALEJA: Hoy me quedo con una fase de un
querido entrenador para mí. Manolo Preciado dijo una vez: “Ni antes no éramos
la última mierda que cagó Pilatos, ni ahora somos la hostia”. ¡Una frase perfecta! No del gusto
de todos y puedo admitirlo, pero más razón que un santo, como se suele decir.
¡Bravo!
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