Abrir
un periódico o encender la radio o la televisión para escuchar o ver las
noticias, se está convirtiendo en un “deporte” de alto riesgo en cierta manera.
Muertes, suicidios, asesinatos, robos, juicios, ladrones, violaciones,… A uno
se le quita las ganas de tener fe en la humanidad o de retomar aquel viejo
eslogan de El ser humano es
extraordinario.
Hoy
es nuestro país vecino, Francia, el que nos hace perder un poco más esa fe
cuando los policías detuvieron a una niña de cinco años por el impago de sus
padres de ciento setenta euros del comedor escolar. Los guardias se personaron
en el colegio y se llevaron a la niña primero a su casa, y al no haber nadie, a
la comisaría. Ante la protesta lógica de padres y gente a la que este suceso le
ha parecido algo desmesurado, el alcalde de la localidad Dominique Lesbats,
alcalde de Ustaritz, dijo que el no
ordenó ese acto pero que los padres estaban advertidos. ¿Eso justifica que
por ciento setenta euros casi traumatizaran no sólo a una niña de cinco años
sino también a los compañeros de su clase? ¿Es “NORMAL” en Francia coger a un
hijo de rehén por menos de doscientos euros? O peor aún, después de
autorizaciones, de permisos, de miles de papeles para que un familiar recoja a un
pequeño en el colegio,… ¿Cómo se puede permitir, pese a ser la autoridad, que
un menor sea recogido en un centro escolar sin el previo aviso a sus padres?
Vergonzante
el acto primero de recoger a una niña sin avisar a los progenitores; vergonzoso
el acto de que las fuerzas del orden se personen en un centro de educación y se
lleven a un niño menor por una deuda de sus padres que un niño de esa edad, ni
sabe ni tiene que saber; muy vergonzante tener que leer que el propio alcalde
de la localidad no justifica pero tampoco repulsa el acto que protagonizaron
los policías; y tremendamente muy vergonzoso que después de llevarla a su casa
y ver que no había nadie, en vez de devolverla al colegio, llevarla a comisaría
con sólo cinco años. ¿Verdaderamente era necesario todo este dantesco y
vergonzoso paripé por una deuda inferior a doscientos euros? Sinceramente, es
una lástima pensar que no sólo la gente que no tiene nada ha perdido el norte
con conocimiento, sino aquellos que tienen que protegernos, han perdido COMPLETAMENTE
LA RAZÓN por el
poder que se les dio de proteger al ciudadano.
Ellos
tienen las placas, las armas, unas leyes a veces muy absurdas de su parte, pero
no con eso tienen que obedecer TRANCES ESPELUZNANTES que no sólo atacan a los
ciudadanos sino que “violan” la inocencia pura de los niños, en este caso, de
la pequeña Léa.
MORALEJA: En la película ALGUNOS HOMBRE BUENOS,
los dos acusados del asesinato de William T. Santiago, tras averiguarse que
estaba siguiendo una orden de “Código rojo” (una orden disciplinaria no
autorizada por el Gobierno de EEUU que se sigue aplicando en Bahía de
Guantánamo en Cuba (en la ficción de la película, claro está)), son exculpado
de asesinato, de premeditación pero no son exculpados de la conducta indigna de
un marine de los Estados Unidos y son licenciados con deshonor. El honor es
importante y sobretodo las consecuencias, pero como es lógico en este sistema
de rascarse la espalda uno a otros, la policía seguirá tomando como rehenes a
niños por el impago de sus padres, ni el alcalde de Ustaritz será licenciado
con deshonor, ni culpados a no seguir en sus puestos actuales de poder, ni nada
verdaderamente significativo. Han traumatizado a una cría porque pueden, porque
se cree que son los únicos que tienen el poder. Pero no olvidemos que la unión
hace la fuerza y esto no vamos a dejar que se quede aquí. ¡Todos tenemos derechos a ser
protegidos! Y si ellos no nos protegen porque es más importante Don
Dinero, ya haremos nosotros, con solidez, un mundo donde nuestros hijos
puedan vivir en paz sin miedo a ser llevados a comisaría con tan solo cinco
años.
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