Cuesta
creer que la estupidez humana llegue a estos extremos en que la no comunicación
es la resolución inadecuada a un problema sin resolver.
¿Quién
tuvo la culpa? ¿El que fingía amistad? ¿O la que se harto de imaginar una
relación de amistad que no era dual sino mono y por desgracia sólo ella era la
parte activa?
Todo
pasa en un segundo: algo estalla como si de una bomba de relojería bien
programada se tratara. Él, como no escucha, se centra sólo en esa parte en que
ella le preguntó que estaba haciendo y el respondió que redactando un informe.
No se da cuenta o no quiere darse cuenta, que cuando él hablaba, ella escuchaba
con todo su ser. La falta de su atención final sólo fue el punto y final a
muchas negativas que se sucedían desde hacía semanas, meses, años. Quedar y
posponer una y otra vez un encuentro para desayunar por mil y una estupideces
sin sentido (servicios sin cobrar, tiempo que se decía no tener, no poder
cuando querer es poder,…).
Duele
ser la única que se entrega en una relación ya no importa si es amorosa o
simplemente amistosa. El ver como pasan las horas, los días y ser tu carta la
única que se va posponiendo no sólo en el tiempo sino en la vida, es como
recibir un baño de agua helada (miles de agujas superfinas y pequeñas, se
encargan de pincharte por todo el cuerpo y el dolor es tan débil y a la vez tan
intenso que pierdes hasta el conocimiento hasta pasado unos minutos. Si
consigues recordar el motivo de tu mal y ves que la única solución es la
distancia,… hay que poner tierra de por medio sin miramientos ni pensamientos
de que todo mejorará. ¿Cuánto dolor es capaz de soportar una mujer por alguien
que merece la pena? ¿Se ganó esa persona el ser tan importante con todas sus humillaciones?
Cuesta, es duro, doloroso, lacrimógeno en algunos momentos pero cuando esa
persona ni responde ni dice un simple LO SIENTO, ME EQUIVOQUE y opta por el
silencio como única forma de comunicación muda, te das cuenta que el dolor
soportado durante el último lustro, tu dolor, a esa persona le es completamente
indiferente. Cuando a alguien deja de importarle tu sufrimiento, alguien al que
antes llamabas amigo, es porque simplemente o ha dejado de serlo o nunca lo
fue. Si alguien que te conoce y te respeta no es capaz de evitarte un dolor tan
inmenso como el del ser un sonido de fondo al que no escuchar,… es hora no sólo
de DAR UN PORTAZO A ESA PUERTA sino de apuntalar todas las ventanas para dejar
de sufrir de una vez).
Cuesta
decir adiós, cuesta hasta no volver a pensar en esa persona pero una cosa
tienes que tener muy, muy, muy clara: para él hace mucho tiempo que no existes
y ya es hora que te mires en el espejo y te veas siendo feliz, sin él, sin ese
amigo, pero... ¡Feliz!
MORALEJA: François Rochefoucauld dijo sobre afecto: "Una amistad
reanudada requiere más cuidados que la que nunca se ha roto."
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