Todos, a lo largo de nuestra vida, hemos tenido música a
nuestro alrededor. Desde las de los anuncios de la tele como aquellas que nos
cantaban cuando estábamos en la cuna.
Mientras pasábamos de niñas o niños a mujeres y hombres, también
esa canción que nos hiciera sentirnos vital ya sea de disco, de pop, de rock,
nos la poníamos por la mañana si teníamos el casete y alucinábamos antes de
emprender el camino del Instituto.
Cuando nos hicimos un poco más mayores, algunas nos han acompañado
en los malos momentos porque… ¿Quién no se ha puesto a escuchar una canción
para llorar tras un desengaño amoroso o de amistad? Las lágrimas nos limpiaban
por dentro y la música nos cobijaba por fuera, como un abrazo consolador lleno
de notas que podían llegar a calmarnos de tal manera que podían conseguir que
nos durmiéramos incluso teniendo el corazón destrozado.
A medida que las personas a las que queremos se marchan sin
remedio, hay otras que no podemos escuchar sin acabar derramando mares infinitos
de llanto. Son algunas que ya ni puedes reproducir, ni en Cd, ni en Mp3. El
corazón no es fuerte para hacerte vivir esa canción si esa persona al lado ya
sea tu pareja, tu tío, tu abuela, tu… hijo. Esa melodía llena de vida en el
ayer ahora, en este presente vacío de sentido alguno, no tienen cabida alguna y
hay que desterrarla, para dejar de sufrir un poco menos.
Mas hoy, no quiero despedirme con un sabor de boca amargo.
Hay muchas canciones en este mundo, que por un motivo u otro, tienen un trasfondo
tan bonito, que he decido tomar unas cuantas para mostraros que pese a la
rutina, el quehacer cotidiano, las broncas, las manías, los infinitos
reproches, una canción puede hacernos evadirnos y sentir vivos durante un
instante francamente bello.
Mi primera canción es de Pablo Alboran. Se titula Quien
(https://www.youtube.com/watch?v=lvfyf7R8NVg) y creo a todos os sonará más o
menos. Lo más bonito de esta canción para mí, es ese precioso estribillo que
dice:
Quién abrirá la puerta hoy
Para ver salir el sol
Sin que lo apague el dolor
Que me dejó aquella obsesión.
De tu corazón con mi corazón
de mis manos temblorosas
Para ver salir el sol
Sin que lo apague el dolor
Que me dejó aquella obsesión.
De tu corazón con mi corazón
de mis manos temblorosas
arañando el colchón.
Quién va a quererme soportar
Y entender mi mal humor,
Si te digo la verdad,
No quiero verme solo.
Y entender mi mal humor,
Si te digo la verdad,
No quiero verme solo.
La soledad es muy dura, y pese a que canta con tristeza, en
su estribillo hay ese toque de esperanza que hace soñar con esa persona que te
sepa apreciar, con lo bueno y con lo malo, sin juzgarte.
Mi segunda canción es de OBK. Se titula De Que Me
Sirve Llorar (https://www.youtube.com/watch?v=n69ULprWCH0). Nadie entiende
lo difícil que es a veces, para un hombre o para una mujer, romper no sólo con
una pareja sino también con una amistad. Yo, cuando escucho esta canción,
recuerdo a amigos que por un motivo u otro, tiraron la toalla.
Tu recuerdo es mi
desgracia;
no hago más que recordar.
El silencio me atormenta;
necesito mucho más.
Mi conciencia es la culpable,
pues no entiende que tu ausencia es verdadera
y mi tristeza, lo que quiere es olvidar.
no hago más que recordar.
El silencio me atormenta;
necesito mucho más.
Mi conciencia es la culpable,
pues no entiende que tu ausencia es verdadera
y mi tristeza, lo que quiere es olvidar.
Es duro tener que olvidarse de un amigo. Una amistad, el
concepto que yo tengo de ello, no implica más que un cariño, una confianza, una
sinceridad absoluta sin más ni más. Nada de sabanas entre los dos y sólo estar
ahí a una llamada, a un e-mail de distancia sin más ni más. Ese concepto de
amistad que existe no va conmigo. ¡Soy de la vieja escuela! Sin embargo la
perdida de un amigo por el motivo que sea, causa un dolor tan profundo en el
ser de uno mismo, que ese llanto puede confundirse, por los que te rodean, con
algo más que nunca existe, ni existió, ni existirá.
Mi tercera canción es de Tontxu. Se titula Para tocar
el cielo (https://www.youtube.com/watch?v=jA05ly5URc8). Es una canción de
cantautor que siempre me ha producido una sensación infinita de ternura y belleza
por igual.
No preciso viajar
lejos
para hallar lo que deseo,
si tropiezo en tu regazo
ya me basta para tocar el cielo.
para hallar lo que deseo,
si tropiezo en tu regazo
ya me basta para tocar el cielo.
Si encuentras a esa persona, amigo, amiga, pareja,… que te
haga disfrutar de la vida, riendo sin más ni más, conversación, compartiendo
una canción, es como alcanzar el cielo con la punta de los dedos.
Mi cuarta canción es de La India. Se titula Sedúceme
(https://www.youtube.com/watch?v=qu-M9Mf662U). Es para mí una canción preciosa.
Bésame,
pronto va amanecer
Abrázame,
Abrázame,
no hay mas tiempo
que perder
Excítame,
Excítame,
con tus besos de
miel
Sedúceme
Sedúceme
Mírame
Quiero ver en tu mirada
La pasión
sentir que tu me
amas
Piel a piel
Piel a piel
nos hundimos en las
llamas
Sedúceme
Sedúceme
En esta canción se habla de una pareja que está junta pero
a la vez tiene que distanciarse porque sus vidas, están en otro lugar. A mi lo
que me encanta de esta canción es el momento CARPE DIEM. Quemémonos, ahora.
Vivamos el momento. Con eso me quedo yo,… el aquí, el ahora y nada más.
Para mi quinta canción he elegido una que para mí tiene
mucha ternura. Es de Algiva. Se
titula Pirata de Boquita (https://www.youtube.com/watch?v=WnW0wuKZ0eM).
¿Por qué me encanta esta canción? Es
algo que no puedo explicar pero cada vez que la escucho, un sentimiento me
inunda por dentro y por fuera.
Siendo yo un pirata que no teme el dolor,
y abordas mi barquita y la fragata del amor...
las rocas de la orilla romperán el cascarón,
que es mi corazón, que es mi corazón...
y abordas mi barquita y la fragata del amor...
las rocas de la orilla romperán el cascarón,
que es mi corazón, que es mi corazón...
Quizás sea por lo que dice de no temer al dolor. A veces,
las personas no se arriesgan en la vida por ese miedo a volver a sufrir. Y
sufren impidiéndose a si mismas ser felices por no querer sufrir más. Es un pez
que se muerde la cola y pese a eso, no ceden su timón a nadie y navegan por un
mar infinito de desconcierto, de vacío, de desamor.
La sexta de mis canciones es una que durante muchos años
canté en la ducha. No sabía de quien era. Hoy por hoy puedo decir que es de Ricardo Montaner y se titula Déjame Llorar.
Iluminada y eterna
enfurecida y tranquila
sobre una alfombra de hierba
ibas volando dormida.
Con una estrella fugaz
te confundí la otra noche
y te pedí tres deseos
mientras duraba tu luz.
enfurecida y tranquila
sobre una alfombra de hierba
ibas volando dormida.
Con una estrella fugaz
te confundí la otra noche
y te pedí tres deseos
mientras duraba tu luz.
Muchos de los días en que la cantaba, pues no es una de las
que cante ahora, me imaginaba siendo la estrella guía de alguien, esa a la que
se le piden tres deseos anhelando que uno fuera: no te marches ya más nunca de
mi lado.
La sétima y última para mí, es una canción de amor un tanto
especial. ¡No es una balada! No es un para cogerse y bailar lenta y
pausadamente enamorándose. Es una que te libera a ti y a esa persona que ya no
es como tú creías que era. Jerry Rivera
y su Vuela muy alto (https://www.youtube.com/watch?v=Imxi5CDUNfk).
Sé que has dado de ti
lo que has podido
y a veces nos engaña el corazón
por un capricho
este no era el lugar
y nuestro destino
mejor no ser amantes
y tan sólo ser amigos
lo que has podido
y a veces nos engaña el corazón
por un capricho
este no era el lugar
y nuestro destino
mejor no ser amantes
y tan sólo ser amigos
Lo peor de todo, al final, siempre es lo mismo: la única
persona que no lo tenía nada claro es la que te hacía sufrir. En tu alma sólo
hubo cariño limpio y sincero siempre. En su mente, un temor a desearte, a
amarte, a perder los papeles pudo ofuscarle. A partir de ese momento, cualquier
palabra sería malinterpretada pues en su corazón no existía esa pureza que
existen en los que se entregan sin condiciones, sin pedir nada al otro, los que
saben que lo que de verdad vale en este mundo, es un amor que no contenga esa
parte perversa con las que todos se confunden tarde o temprano.
En la vida, hay una cosa que aprendí, por las malas que es
como mejor se aprende, que nunca debe ser. Eso es que no hay que dar segundas
oportunidades a nadie. ¿Radical? Sí, no lo niego. Pero… ¿Cuántas ocasiones
necesita una persona para destrozarte la vida e hacerte sufrir? Todo lo que no
se hace con cariño, con amor, con toda la dulzura que anida en el alma pura de
las personas, mejor acabar descubriéndolo y alejándolo de tu vida. ¡No es
fácil! Sencillo tampoco. Quien diga que no duele te miente. Pero cuando alguien
se entrega en cuerpo y en alma, y recibe sólo medias palabras, cariño turbio, pasión
incontrolada hasta puntos insospechados, o simplemente, te mantiene en su vida
detrás de un muro tremendamente opaco por que se avergüenza de ti, es hora de
alzar el vuelo, aunque te duela, y volar muy alto, te guste o no.
Quizás creáis que es un escrito muy denso para un sábado
pero yo creo que las reflexiones de la vida escuchando una buena canción, nunca
están de más.
¡La vida es un ratito! Aprendamos a vivirlo al máximo y con
alegría de vivir.
MORALEJA: Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán
compusieron algunas de las historias de amor musicalizadas más bellas en
nuestro país. Con ellos y con su canción que parecía el más bello poema jamás
cantado, 'Solo pienso en ti', cierro el escrito de hoy: "Me pongo a
pintarte y no lo consigo, después de estudiarte lentamente termino pensando,
que faltan sobre mi paleta colores intensos que reflejen tu rara belleza. No
puedo captar tu sonrisa, plasmar tu mirada, pero poco a poco, solo pienso en
ti”.
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