Según nuestros amigos de Wiki, el karaoke es una forma de
cantar con pistas de canciones siguiendo la letra de la misma impresa sobre una
pantalla y teniendo todo el acompañamiento musical respectivo.
Etimológicamente, proviene de la palabra japonesa kara (空), que significa «vacío»; y oke,
abreviatura japonesa de la palabra inglesa orchestra (オーケストラ, ōkesutora), «orquesta». Lo que
significa que la orquesta toca "en vacío", sin cantante. Esto permite
que cualquiera pueda usarlo como acompañamiento para su canto.
El karaoke es una de las actividades más populares de
Japón. La particularidad que tienen los karaokes en Japón es que estos son en
salas individuales, no tienes que cantar delante de la gente. Puedes
ir solo o con amigos y tendréis una pequeña sala para vosotros donde podréis
cantar sin pudor a que os vean extraños.
Aquí en Europa, el miedo al ridículo hace que estos lugares
para desinhibirse funcionen por épocas.
¿Por qué nos cuesta tanto divertirnos? ¿Por qué ese miedo a
desinhibirse, a mostrarse tal cual? ¿Por qué tenemos tanto miedo al ridículo?
Según un estudio llevado a cabo en Suecia, halló que
invertir solo 10 minutos al día cantando tus canciones favoritas, ayuda a
mantener tu mente en forma, ya que reduce el envejecimiento del cerebro y promueve
la buena memoria.
Además, cantar ayuda a calmar tu sistema nervioso y también
relaja tus arterias, a su vez se mejora la circulación de la sangre al cerebro.
Es una lástima que un acto con tanto del que aprender o del
que disfrutar, ya sea a solas en la ducha o con amigos, sea algo que cada vez más
de vergüenza hacer incluso en los locales de moda.
Ser natural es una de las pocas virtudes que nos quedan a
las personas que no tenemos que ocultarnos tras una mascara para ser aceptadas
en sociedad.
Cantar, tendría que ser tan natural como hablar. Sin
embargo, nos asusta ese miedo absurdo a no estar a la altura. ¿A la altura de
quién? Me pregunto yo.
Cada uno debe trazarse sus propias metas personales y no
creo para nada que divertirse sea una de las que necesite estar a una altura
adecuada en ninguno de los cánones que conozco.
MORALEJA: César Brañas (1899-1976),
periodista, ensayista, crítico literario y poeta guatemalteco, dijo: “¡Ay! Mi hormiga
insensata, por cuidar de la vida nunca supiste la gracia de cantar, te atrapará
mañana la muerte con la despensa llena, pero sin un cantar”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario