(LUTO POR LOS
COMPAÑEROS CAÍDOS)
Duele. Duele tanto que hasta escribir se convierte en una
dura tortura con un daño naciente desde dentro haciendo el acto de expresarse
sea francamente doloroso.
Ayer a las 10:30 aproximadamente hora local de Francia,
tres hombres con la cara cubierta, la emprendían a tiros en la revista ‘Charlie
Hebdo’ en París. Luego, tras unas duras imágenes, se marchaban del lugar al
grito “Alahu akbar” (“Alá es grande”) y decían que aquello era “una venganza”
en nombre de Mahoma. Doce personas han fallecido en este atentado y otras diez
personas han resultado heridas de gravedad. La prensa Francesa aun sólo lo
califica de masacre, le cuesta utilizar la palabra atentado para lo que ha
sucedido.
Durante el día de hoy, se ha producido un nuevo tiroteo en
la capital francesa. Un hombre de 52 años, africano con la cabeza rapada, que
llevaba un chaleco antibalas y que tenía antecedentes, fue detenido esta
mañana, tras disparar contra los agentes que acudieron al lugar donde se había
accidentado su automóvil, un Renault Clio gris. Una mujer policía alcanzada por
los tiros se encuentra en un estado crítico. También recibió disparos al menos
otra persona en el lugar de los hechos. ¿Están relacionados los dos tiroteos?
Se supone que sí pero habrá que esperar a la investigación policial pertinente
que esclarecerá este echo y el sucedido ayer en la sede de la revista ‘Charlie
Hebdo’.
Una cosa hay que tener muy clara: las religiones se basan
en el amor al prójimo, no en la muerte y mucho menos en matar. ¡Eso no!
Ese concepto letal de vengar a un Dios es un concepto que se inventa el individuo como tal, torpe, bruto, tratando así de justificar su malestar contra el mundo de una manera deshumanizada. ¡Dios no le ha dicho que necesita esa venganza! Nadie, salvo su mente malograda por la ignorancia le hace coger un Kalashnikov y emprenderla con unas personas que de forma satírica, hoy a unos y hoy a otros, trataban de hacer la vida un poco más divertida para todos.
El Islam considera toda forma de vida como algo sagrado. No
obstante, la sacralidad de la vida humana tiene reservada un lugar especial. El
primero y más básico derecho de un ser humano es el derecho a la vida. Allah
dice en el Corán: "...si alguien mata
a una persona -a menos que sea por asesinato o porque extienda el mal sobre la
tierra- es como si hubiera matado a toda la humanidad; y si alguien salva una
vida humana, es como si hubiera salvado la vida de toda la humanidad."
(Al-Ma'idah, 32).
El Noble Corán dice: "...no
arrebatad ninguna vida, la cual Allah ha hecho de ella algo sagrado, salvo en
caso de justicia y ley: esto es lo que Él os ordena, para que podáis aprender
sabiduría." (Al-An'am, 151)
Mas, obviamente, la justicia y la ley no está en mano del
individuo ni en aquellos que cogen sus palabras para dañar a otros en su
nombre. La justicia y la ley que entiende Dios, da igual a que religión
pertenezcamos, trasciende a lo terrenal. De ahí que cualquier atentando en
nombre de uno o de otro Creador es sin lugar a duda, un asesinato contra toda
la humanidad.
Además, el policía al que se veía rematar de un tiro ya en
el suelo en unas de las más duras imágenes grabadas por un vecino de la
pedanía, demuestran que su rencor, su ira y su rabia contra el mundo y contra
todos, va a más allá de una simple caricatura.
Aquel policía pertenecía a la defensa de Francia, no a la
revista. ¡Él no dibujó a nadie! Sin embargo, fue aniquilado a sangre fría
cuando había caído, cuando ya nada podía hacer por detenerlos.
No os equivoquéis, ASESINOS. Cualquiera que entone el
nombre de un Dios en vano para justificar un asesinato no tendrá perdón ni en
este mundo ni en el otro. ¡Todo se paga! Y vosotros mismo sois los únicos que
con vuestros actos, os habéis condenado trazado vuestro destino.
¡Ya no hay vuelta atrás!
MORALEJA: Friedrich Dürrenmatt, (1921-1990)
pintor y escritor suizo en lengua alemana, dijo: “La diferencia entre los seres humanos y los
animales salvajes es que los seres humanos oran antes de cometer un asesinato”.
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