Dentro de las muertes más fáciles de fingir está el
suicidio. Hasta como hacerlo sin ser pillado salió en un capitulo de dibujos
animados japoneses llamados El detective Conan. En ese capitulo incluso salía
como con un sencillo juego de hilo de pescar, podías aparentar incluso como que
la habitación estaba sólo el “suicida”.
Pero ahí no acaba el asunto. En un capitulo de las serie
CASTLE incluso aparecía como unos asesinos enviados por la propia gente de
seguridad del estado, iban a fingir el suicidio de Beckett por una causa de
fuerza mayor. ¡Así de sencillo! Asesinada por su propio país como si de un peón
en una partida de ajedrez se tratara.
Sin embargo si les preguntamos a los ilustrados que
estudian la muerte de Alberto Nisman. ¿Sabéis que dicen? ¡Fue un suicidio! Y
por desgracia se quedan más anchos que largos.
Nisman no encaja en el perfil de un suicida y no hace falta
ser un detective de renombre, un funcionario ilustrado en la mejor medicina
forense, ni un escritor celebre de novelas de misterios. Si una pieza no
encaja, el puzzle no estará completo. Mas a algunos ya les está bien que todo
sea así. Alberto había recabado demasiada información durante diez años que
verían la luz si él seguía adelante con su propuesta de esclarecer los hechos.
Porque Alberto Nisman no murió por ser fiscal, ni se suicidó porque no pudiera
soportar su vida o sufriera una crisis mental. Alberto fue asesinado porque
quería mostrar la verdad, quería enseñarnos hasta donde es capaz un gobierno de
llegar. Sin lugar a dudas, esto le costó la vida.
¿Que la presidenta mostró mucha sorpresa al conocer la
noticia? Fingir, como he dicho antes, es tan sencillo que hasta es fácil de ser
interpretado. Sin embargo hay una cosa que no podrán fingir nunca con tanta
sutileza como para que nosotros, la gente de a pie nos lo creamos: que la
muerte de un hombre que luchaba por sacar a la luz la verdad, fue algo
fortuito. Un tiro en la sien no es nada fortuito. Hasta con burundanga es capaz
de anularse la voluntad de una persona.
Silenciar a alguien es algo que utilizaba la mafia contra
sus enemigos o contra los chivatos. Si esto ha sucedido en Argentina… ¿Qué
clase de política se está siguiendo como para que ser permitan actos como este?
¡Juzguen ustedes mismo!
MORALEJA: Gar Mar dijo: “Cuesta más responder con gracia y mansedumbre, que
callar con desprecio. El silencio es a veces una mala respuesta, una respuesta
amarguísima”.
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