Mañana
hará una semana de la noche de Halloween. Cuando llega esta festividad
todo cobra un aire oscuro que a muchos emociona de una forma
indescriptible. Arañas, fantasmas, payasos con sonrisas malévolas,
calabazas con caras de lo más siniestro, etc., inundan escaparates aquí y
allí.
Es entonces en la noche más tenebrosa del año, en
que hay que pasar el máximo temor posible. De ahí que en calles, plazas y
centros lúdicos, se intente conseguir crear el pasaje del terror que
más miedo de. Muchos cosiguen que los asistentes corran de temor. Otros
sólo gritos de las féminas, las más receptivas a ser asustadas y con
voces de lo más punzantes, rasgan la noche con su alarido de pavor.
Sin
embargo nadie sabe que el peor, el más horrible, el más tenebroso de
los pasajes del mundo mundial es… ¡¡¡EL PARKING DE MI COMUNIDAD!!! Diez
bloques de viviendas con muchas plazas en la planta menos uno y donde la
oscuridad cobra un nuevo sentido a la par que los más variopintos
personajes cobran vida al llegar a ese fatídico numero menos uno: EL
HOMBRE RARO, EL LOCO DEL TOYOTA y LA NIÑA PELIRROJA dan más miedo tanto
de día como de noche, entre unas líneas que no respetan ni los coches.
La
historia del Hombre Raro es desconocida por todos. Dice la leyenda (es
decir, la vecina que todo lo sabe) que sufrió un duro golpe emocional.
Cuando él entra en el parking, lo sabes porque la puerta de la entrada
se abre dos veces (nunca pasa cuando se abre una sola vez. Siniestro.
¿Verdad?). Como si de un Jack Nicholson versionando una nueva película
remasterizada al más puro estilo de MEJOR IMPOSIBLE, nuestro neurótico
amigo no sólo sigue el ritual de esperar que la puerta de la entrada se
abra dos veces sino que su forma de aparcar, sus ojos saliéndose de las
cuencas de sus ojos como si estuviera siempre expectante, deseando que
salgas corriendo no por miedo sino porque lo que más ansía, es quedarse a
solas en el parking.
El Loco del Toyota es un mentiroso
compulsivo, calvo y con una cara de sátiro que tira para atrás. Lo peor
de él es su porte, su chulesca indumentaria, su parsimoniosa
disposición ante todo. No es el que da más miedo de todos nuestro
fantasma del pasaje del terror especial pero si es el más fantasma de
todos los fantasmas que jamás hayas podido observar. ¡Huid! Sobretodo si
sois mujeres. No soporta al sexo femenino.
La Niña
Pelirroja tiene cara dulce, angélica, como si del propio Muñeco Chuky se
tratara con esa dulce carita de niña. Pero al montarse en el coche,
como el propio muñeco diabólico, se trasforma de una manera que sólo
mirarla da pavor. Sus gestos, su rostro, sus ojos atemorizan incluso con
el coche parado. ¡Cuidado con ella! Da muchoooooooooooooooooo miedo.
Si
esto no fuera poco, coches sin luces, fluorescentes que no acaban de
encenderse del todo a la par de otros que tintinean de forma
indescriptible. Puertas a las que no se ha puesto aceite desde que el
constructor dio las llave, hace ya más de veinte años, las llaves a sus
propietarios y personajes que utilizan sus propios coches como si de una
atracción de feria se tratara, tenéis que reconocer que un parking a
cualquier hora del día con sus peculiares visitantes, da mucho más miedo
que cualquier pasaje del mundo mundial, con Freddy, Jason, fantasmas,
vampiros, momias y demás personajes de la oscuridad que podais llegar a
imaginar y es que la raza humana y sus “particulares especímenes” dan
MIEDO, MUCHO MIEDO.
MORALEJA: Francisco de Quevedo dijo: "Siempre se ha de conservar el temor, más jamás se debe mostrar".
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