Hay muchos tipos de abuso de poder. Está el que ejercen los
reyes sobre su pueblo (inhibirse de los problemas, es un tipo de abuso de poder
sobretodo cuando el estado de crisis es horriblemente insostenible). Cuando
uno, sobretodo con el cargo de Jefe del Estado, se queda impasible mientras
contempla los abusos más que demostrados de su equipo de gobierno, no sólo se
es cómplice de la crisis sino que se es encubridor de las malversaciones, robos
y demás cargos de los políticos que sigan dependiendo del cobro del sueldo por
parte del estado.
Los banqueros son otros que han abusado del poder hasta
llegar a infligir sobre los confiados clientes, un delito social del que aún no
están pagando en la cárcel. ¿Cuánto tiene que pasar para que se haga justicia?
Otro tipo de abuso de poder que pone los pelos de punta, es
el de los empresarios y las empresas. Jefes, ejecutivos, gerentes y demás que
entonaron a boca llena que hay que ahorrar, hay que reducir gastos, hay que
ajustarse el cinturón, mientras en listado de cargos nada claros, las fiestas
con “amigos” influyentes lleno de champagne y mujeres de la buena vida, seguían
inflando sus cuentas de gastos personales abocando a su empresa a la quiebra
por la vía del abuso corrupto del poder.
Pero un tipo de abuso que jamás lograré entender, es el de
los profesores sobre sus alumnos. El pasado mes de agosto, un profesor en EEUU,
intentó arrojar a una niña al agua de las piscina (hacían clase de natación).
El video grabado por otro alumno (https://es.screen.yahoo.com/utd-espana/un-profesor-fuerza-una-ni-102311029.html?vp=1),
está circulando por la red mostrando al profesor como no sólo una, sino dos,
tres y hasta cuatro veces, coge a la niña de manera brusca y trata de lanzarla
a la piscina ante los gritos de ella y de sus propias compañeras. Tras la
denuncia por parte de la niña y de sus padres, el profesor fue enviado de
vacaciones pagadas. El centro, al saber que podrían incurrir en un delito grave
por daños físicos a una menor, a la vuelta del profesor, volvieron a darle de
nuevo días pagados de descanso.
Aún no ha salido el juicio. Mas yo me pregunto una cosa: si
no es no, si decimos que todos tenemos
derecho a negarnos a hacer algo contra
nuestra voluntad, si nuestra palabra no sirve de nada contra el órgano de
poder contra en que nos revelamos con causa, motivos más que de sobra y con la
ley de nuestro lado… ¿Qué podemos esperar en esta vida cuando salgamos a la
calle? Si nadie es capaz de entender lo más básico del mundo, que NO es NO, que nadie tiene derechos
sobre mí… ¿Cómo vamos a sentirnos tranquilos ni siquiera viviendo en el día a
día?
Lo que está claro que el poder engendra ansias. Las ansias
generan ambición. La ambición forja codicia. La codicia concibe poder cerrando
así un circulo vicioso de perdición que sin ayuda de nadie, no se puede
eliminar de por vida.
MORALEJA: Henri Becque dijo: "Los hombres se quejan de "la
injusticia y el abuso" hasta que son capaces de ganar fuerza. Una vez que
este poder está en sus manos, lo usan si es necesario para la comisión de
injusticias y abusos".
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