lunes, 1 de septiembre de 2014

COMO SER FIEL A TU VIDA APAGANDO EL MÓVIL





El móvil. ¡¡¡QUE GRAN INVENTO!!! Y es que ya no imaginamos la vida sin este aparatito que hace de todo: fotos, envía mensajes, permite llamar, puede ser utilizado para recibir el correo, controlar la agenda, mensajería instantánea y todo, en un tamaño prácticamente minúsculo.

Muchos son los que utilizan el móvil como una herramienta de trabajo. Otros porque se siente solos y en cierta manera, entre las redes sociales y los chats entre amigos, hasta siente cierta compañía con el (incluso me atrevería a decir que hasta la función vibrador a beneficiado a mas de uno o de una si llevaba mucho tiempo sin… cumplir con su misión de liberar “mala leche”, nunca mejor dicho).

Para mi es útil de lunes a viernes pero el fin de semana, se convierte en una forma de crear controversia con todos los que me rodean, desde amigos hasta familiares. ¿Por qué tengo que tener el móvil encendido el fin de semana? Yo decido apagarlo siempre, desde que tuve que agenciarme de uno para cuestiones laborales. Llegado mi tiempo libre, es un aparato que a mi, principalmente, me estorba y mucho. Pero obviamente la equivocada soy yo. ‘¿Y si alguien quiere contactar contigo para algo?’  Me dicen los que “me quieren” en un afán que yo considero mas de control que de estimación. Obviamente, la función de desconectar el móvil es especialmente, para darme permiso a mi misma para tener dos días de paz y tranquilidad sin tener que soportar su estúpido y molesto ruidito (el del móvil, no el de la familia y amigos que PARA NADA son molestos, o no casi siempre).

¡Pues no! El móvil tiene que tenerse encendido por la mañana, por la tarde, por la noche y, como mucho, se puede poner en silencio. ¿Habrán oído hablar esos que TANTO ME QUIEREN del ahorro energético? ‘¡Oh! ¿Y si sale una emergencia?’ Llegados a este momento donde mi paciencia ya es mínima que un pelo rubio solitario de Pitufo en las piernas de Pitufina tras una depilación recuerdo cuando no teníamos teléfono fijo ni en casa. Era un día de agosto de hace ya bastante y mi abuelo falleció a mas de mil kilómetros de donde nosotros vivíamos. Eran las tres de la mañana y la puerta sonó con insistencia. Era la vecina de arriba, a la que por la dirección nuestra había localizado nuestra familia de allí y nos informó de la mala noticia, de la emergencia. Y es que, nos guste o no, incluso si tienes el móvil desconectado o si ni siquiera se ha inventado, esas noticias llegan pese a que sean las únicas que no desees recibir.

Pese a esto, sigo siendo una rebelde que apaga su móvil el fin de semana. ¿Por qué? Porque ya que no dejo que un reloj me diga que tiempo me queda, ya que no permito a un termómetro de pared que me diga si tengo que tener calor o no, no voy a permitir jamás, que un móvil suene cuando yo no deseo ni verlo conectado, le guste o no a los que TANTO ME QUIEREN Y ME RODEAN.

MORALEJA: Arturo Pérez-Reverte  dijo: “La rebeldía es el único refugio digno de la inteligencia frente a la imbecilidad.”

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