Siempre se ha dicho que el hambre agudiza el ingenio. Si el
mayor motivo para delinquir con un robo es el hambre, sin duda los hay que les
dan mucha vueltas a nuevas formas de cómo robar.
Desconozco si las formas de robar van por zonas geográficas
pero yo os contaré la evolución de algunas de ellas que se han dado en los
últimos tres años.
Hubo una época que se decía que se debía temer al hombre
del gas natural pues pululaba uno que no pertenecía a ninguna compañía. Entraba
en las casas, normalmente en las de personas mayores, para hacerles una
supuesta revisión de la caldera. Cuando salía, decía que le tenían que pagar la
visita y los incrédulos “clientes” abrían sus carteras confiados de su palabra
de profesional del gas.
Tras este engaño, unas mujeres, se decía que rumanas, iban
casa por casa para vender perfumes. Si les abrías la puerta y cuando te
acercaban una muestra para que la olieras, resultaba que era cloroformo. Cuando
caían al suelo, entraban y te roban todo lo que tenían de valor en el hogar.
Tiempo después los coches fueron los atacados. Alguien
ponía una hoja de papel grande en la luna trasera. Normalmente una persona se
mete en el coche sin mirar hacía atrás. Los conductores de estos coches,
encendían el motor y cuando miraban atrás, salían del coche dejando las llaves
en el contacto y eran entonces cuando les robaban los coches.
La última, sin duda, de los ladrones, vuelve en pos de
robar coches. Transitas una carretera secundaría, de esas con muchas curvas y que
no se puede ir a más de 50km/h. Tiran un huevo a tu luna delantera. Intentas
limpiarlo con el limpia pero resulta que todo queda sin visión alguna. Tienes
que parar el coche y es entonces cuando roban todo lo que tengas incluido el
coche.
En fin, que los ladrones son personas que si tienen o no
cultura poco importa. Lo que sí poseen es una mente privilegiada para esquivar
problemas inventando rápidas y resolutivas formas nuevas de mitigar su hambre a
base del arte del robo.
MORALEJA: Alguien dijo una vez: “Ladrones roban
millones, y son grandes señorones.”
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