Ayer, cuando Rajoy no dio por buena la nueva Ley sobre el
aborto y cuando posteriormente Gallardón dijo que dejaba la política, en ese
momento exacto y disculpen lo que voy a decir en este mismo instante, me dio
tremendo ataque de risa. ¿Por qué? Los veía como dos niños caprichosos que a la
hora del recreo no habían sido “amiguitos” y una vez de vuelta a la clase, pues
ambos habían presentado los “deberes” por separado cuando lo tenían que hacer
por parejas.
¡Entiendo el comportamiento de Marianito! Un niño que ya
piensa en noviembre de 2015 y que busca apoyo fuera de su clase para seguir
siendo en representante de los estudiantes cuatro años más.
¡Entiendo a Gallardón (la parte de la ofuscación post pelea
y la dimisión. En otros aspectos, francamente creo que este hombre vive en un
siglo equivocado por lo que hace, por lo que piensa, por lo que dice)! Un
hombre que se creía el dueño del mambo y que de buenas a primeras, da al traste
con su más ambicioso proyecto (y sin ser mujer ni nada, que se dice pronto).
Entiendo, fíjense los que les digo, que durante tanto
tiempo hayan tratado de desviar nuestra mirada con un acto tan pésimo como
denigrar tanto a la mujer para que esta no tuviera ni voz ni voto ni en su
propio cuerpo llegada una situación “límite”.
Lo que no puede entender, lo que no cabe en mi cabeza por
mucho que lo intente, es que una persona se despide (DIMITE, como lo ha hecho
Gallardón) y que en un país que está pasando una etapa crítica de la crisis que
afecta a uno de cada cinco españoles, cobre una pensión por negarse a seguir en
la “empresa” en la que trabajaba por falta de concordancia con su “jefe”. ¿Pero
donde se ha visto eso? En la empresa privada, si uno dice que se va, lo hace
con una mano delante y con la otra detrás. No tiene derecho a paro ni a nada y
sólo se le da lo que le corresponde por el tiempo trabajado que haya hecho
antes del último pago de sus último salario obtenido hasta la fecha. Sin
embargo, este cenutrio que debería haberse quedado en las cuevas por su troglodita
visión del mundo, por decir que se larga, que dimite, a partir de ya cobrará,
si no he entendido mal, una pensión de 1.800 euros aproximadamente hasta que se
muera. ¡¡¡Y QUE ESTO NO SEA ANTICONSTITUCIONAL!!!
Además, si decide trabajar en el sector privado, no se le quita
esta pensión. ¡Que dices! Si encima consigue un puesto dentro de alguna de las
empresas de sus “amiguitos” cobrará dos, tres, cuatro sueldo (sin contar
sobres, obviamente pues eso es lo único malo de dejar la política en el PP: los
sobres de dinero negro).
Ni nuevo rey, ni nuevo orden, ni nuevo concierto económico,
ni nueva legislación, ni nueva reforma, ni nada de nada. Si todo español tiene
que cotizar hasta las 65 años, estos señores, una vez acabado su mandato,
deberían quedarse sin un duro a pagar por el estado, es decir, por nosotros. Si
quieren peces que los pesquen. Si quieren pan que lo hagan. Si quieren comer
carne, que la cacen ni más ni menos, como todo hijo de vecino. ¡Vasta ya de
seguir chupando de la teta! ¡Vasta ya de reírse del prójimo! ¡Vasta ya de
salarios de por vida para los políticos! ¡VASTA YA!
Si los niños son el futuro, con esta MALA FORMA de seguir
distribuyendo lo poco que hay entre los ricos y con leyes que son capaces de
ELIMINAR LA CLASE DE INFORMÁTICA EN PLENO SIGLO XXI para que se imparta
religión o clases de civismo, obviamente para el Gobierno Español, para el Rey
Felipe VI y para todos aquellos que no ven las necesidades del pueblo, los
niños sólo son personitas que no tienen voz ni voto y en vez de apoyarlas las
desamparan aún más pues sus hijos, ya van a colegios privados.
¡¡¡LA LEY DEL EMBUDO NO ACABARÁ NUNCA!!! Para ellos siempre
la parte ancha y para nosotros los apuros, las injusticias, los sablazos, la
mala vida o la falta de lo mínimo para poder sobrevivir.
MORALEJA: Concepción Arenal, (1820-1893)
Escritora y socióloga española, dijo: “El amor es para el niño como el sol para las
flores; no le basta pan: necesita caricias para ser bueno y ser fuerte”.
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