jueves, 7 de noviembre de 2013

BATALLA GANADA (escrito)


 

JUEZ: Les informo que esto no es un juicio. Es sólo un careo y lo que yo sentencie tras escucharle a ambos no se podrá apelar bajo ningún concepto. ¿Les ha quedado claro a ambos?

 

ELLA  Y ÉL (Ambos a la vez): ¡Si señoría!

 

JUEZ: Como se suele decir,… las damas primero.

 

ELLA: Si señoría. Hace cosa de un mes me encontré al dueño del coche que aparca tras el coche de mi marido en el parking y le informé de los golpes repetidos que se habían ido causando en la parte trasera de este llegando a estar corroyéndose ya el metal del coche. Primero, y pese a estar su hijo mayor presente, actuó de forma indecorosa casi gritando de que no podía ser. Tras observar con la luz de su móvil los daños ocasionados y viendo que si podía ser así, a lo del parte amistoso que yo le propuse dijo que si. Pasaron dos semanas y, al no verle en el parking y encontrarme a su hijo, le recordé que le dijera a su padre que estaba esperando el parte que me había dicho que haría. El chico, su hijo, muy cortés me dijo que se lo recordaría. Dos semanas mas tarde de haber visto a su hijo, vuelvo a encontrármelo en el parking y le digo que aún su padre no me ha pasado el parte. Me dice, casi avergonzado, que eso es cosa de sus padres. Le pido el teléfono de él, me lo facilita sin ningún problema pero cuando le llamo al señor ya me recibe tras la línea telefónica con una actitud de gritos y desafió (cosa que no me agradó lo mas mínimo). Siendo ambos vecinos, le rogué encontrarnos en el parking y así lo hicimos. Tras varios movimientos de coche y después de intentar demostrar sin resultado que los golpes no eran causados por su parte, le enseñamos su retrovisor que justo tenía la pintura de nuestro coche incrustada y eso que decía que no podía ser. Después de decirle que no pasaba nada, que nosotros sabíamos que como se habían hecho esos golpes y que si no quería hacer el parte amistoso, hablaríamos con nuestra compañía para una denuncia dijo que si haría el parte pero no lo hizo. Y por eso estamos aquí.

 

JUEZ: ¿Cuál es su versión de los hechos?

 

ÉL: Ese coche no lo cojo yo sino mi mujer. No ha podido comparecer porque ha sido operada.

 

JUEZ: ¿Entonces ha delegado su responsabilidad de comparecencia y esclarecimiento en usted sea cual sea el resultado de la misma pese a que usted no estuviera durante los hechos acaecidos?

 

 

Él: Si señoría.

 

JUEZ: Perfecto. Siga por favor.

 

ÉL: He estado mirando su coche y el mío en todas las posiciones de las que podría ser capaz de ser aparcado y en ninguna de ellas coincide con los golpes que se refiere a espejo retrovisor del lado derecho de mi coche. Tenemos mucho cuidado cuando hay poco espacio y siempre salimos o entramos antes de poder rozar, no sólo su coche, sino cualquier vehículo. Lo que yo no quiero es que me tomen por tonto y por eso no quiero hacer el parte.

 

JUEZ: ¿Entonces porque le dijo que lo haría después de ver la primera vez que si podrían ser posibles esos golpes?

 

ÉL: Pues porque era tarde y yo lo único que deseaba es llegar a mi casa y no que me estuvieran increpando en el parking.

 

JUEZ: Entonces, sino entiendo mal, la primera vez dijo que si por decir algo. ¿Es verdad?

 

ÉL: Si señoría.

 

JUEZ: Pero luego, la segunda vez con mas datos y que fue idea suya la de verse en el parking para demostrar que los daños no se podían haber efectuando JAMÁS DE LOS JAMASES con su coche,… ¿Por qué accedió de nuevo?

 

ÉL: ¿Perdón?

 

JUEZ: Acaba de decir que si no hizo el parte era porque no querían que le tomaran por tonto pero entiendo que fuera la segunda vez que había comprobado ya con tiempo, de que los daños si que podían haber sido culpa de una mala apertura de la puerta en un espacio escaso para entrar en el vehículo en cuestión.

 

ÉL: No, lo que yo he dicho es que la primera vez dije que no porque no querían que me tomaran por tonto.

 

JUEZ: ¿Y entonces porque dijo que Sí haría el parte la segunda? ¿Para demostrar que lo era? Digo lo de tonto, claro está.

 

ÉL: No, es que yo,… Es mi mujer la que conduce.

 

JUEZ: Si, una mujer, su esposa, que no da la cara cuando se sabe que cualquier operación de una extremidad, en su caso la pierna, no es inconveniente para esclarecer unos hechos si se dispone de silla de ruedas y ambulancia que obviamente el juzgado a puesto a su servicio y las cuales ha rechazado.

 

ÉL: ¿Está convaleciente señoría?

 

JUEZ: Está en proceso de recuperación que ya nos hemos informado con el médico y en cuatro días le quitan el vendaje y podrá volver a andar sin ningún problema. Pese a eso, pese a poner los medios para que ella fuera la esclarecedora de los mismo, no se ha personado delegando en usted esa potestad. Eso lo ha dicho usted hace escasamente unos minutos. Si lo desea, puedo hacer que la taquígrafa le lea lo que ha dicho.

 

ÉL: No, no hace falta.

 

JUEZ: Pues prosiga.

 

ÉL: Si hago el parte del seguro, aunque sea amistoso, perderé la bonificación del mismo y veré incrementado su cuantía por realizar un parte.

 

JUEZ: ¿Eso es todo lo que le ha quedado por decir?

 

ÉL: Si señoría.

 

JUEZ: Viendo los daños de las fotografías facilitadas por la demandante tengo que decir que me parece vergonzoso que alguien proponga un parte amistoso y que esta persona no de la cara durante treinta largos días. Siendo vecinos, como bien han dicho ambos, aunque sólo fuera de parking, en ningún momento cabe la justificación de que no quería que le tomaran el pelo o le tomaran por tonto cuando ha demostrado que ha actuado con gran grado de desafiamiento no solo contra la demandante sino contra mi mismo. Ahora bien, ciñéndome a las pruebas, puedo asegurar que los daños ocasionados por el vehículo podrían tener alguna duda cuando se hizo un primer acercamiento y se dijo que si para escurrir el bulto. Cuando ha habido una llamada de aviso mediante su hijo dos semanas mas tarde y un segundo encuentro un mes mas tarde y se quedó en realizar el correspondiente parte, se está actuando con malicia y con falta de decoro al ver que la pruebas del golpe son coherente y corresponden a un daño causado por su esposa ya fuera al aparcar, abrir la puerta pero que claramente, era su vehículo el que había dado golpes repetidamente y no al contrario. Además, cuando su último alegato ha sido el de no querer realizar el parte para que no le suba el seguro del coche, queda demostrado que sabiendo su culpabilidad, habiendo buscado escurrir el bulto, como vulgarmente se suele decir, era porque sabía a ciencia cierta, que su mujer había causado los daños.

 

Fallo a favor de la demandante a la que se le arreglará el coche en un plazo no superior a siete días hábiles desde la fecha de hoy. Y como pequeño consejo de digo al demandado, que si en la vida uno no quiere que se le tome por tonto, que al menos busque mejores argumentos que el dinero de seguro como base de justificación ante un daño a terceros voluntaria o involuntariamente ocasionado. Además, “amigo”, si puede permitirse el seguro de esa compañía con la que tiene asegurado el vehículo en cuestión, creo que el dinero, por su parte, no es problema sino el hecho de que una mujer le llamara al orden y usted, aun no sée muy bien pues estamos en pleno siglo XXI y tanto mujeres y hombres tenemos los mismo derechos, le pusiera en su sitio. Sea un poco mas humilde de ahora en adelante y escuche bien antes de atacar. No actúe como un animal. ¡Sea un ser humano racional!

 

Se levanta la sesión.

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