Blanco, negro. Oro, plata. Dulce, salado.
Luna, sol. Mujer, hombre.
Desde que el mundo es mundo, hay dualidades
que están frente a frente por una razón: no hay luz sin oscuridad, o de otra
forma de decirlo, hay un espejo que muestra quien es y su reflejo, lo que es lo
mismo, mismo valor, misma figura, mismo todo. La diferencia,… imperceptible.
Sin embargo, pese a que las dualidades
existen en el planeta porque no existe la una sin la otra, hay una que por un
gen llamémoslo YO SOY EL MÁS MEJOR, encumbra a los hombres hasta rangos que son
verdaderamente lamentables.
Está a punto de comenzar el Mundial de
Fútbol Femenino en Canadá. Para “evitar” algunas sospechas de que algunas mujeres
parezcan hombres simplemente por su altura, su peso o su complexión, hay una
normativa que les hará pasar una prueba de feminidad si alguno cree que no
podría ser mujer.
En pleno siglo XXI que la metrosexualidad
femenina hace que los machos se cuiden tanto o más que las mujeres, los
hombres, peses a sus largos pelos, pese a sus perfectísimas cejas depiladas,
pese a sus esbeltos cuerpos, no tienen obligación de pasar una prueba de
masculinidad.
Siempre nos dicen que ellos y nosotras somos
iguales. Nos hablan de la lucha y el sacrificio por mantener un cierto decoro
entre ambos sexo. Mas a la hora de la verdad, las diferencias siguen ahí. Mas
no sólo están ahí, nos obligan a ver que por ser mujeres, lo vamos a tener más
crudo nos guste o no.
Leyes del aborto crueles teniendo que ser
forzadas a ser madres a unos grados casi extremos de barbarie, obligadas a
tener sexo sin placer como si fuéramos maquinas de fabricar bebes,… Humilladas,
vejadas, abocadas a no ser consideradas ni personas. Y ahora, por si fuera
poco, intimadas a pasar una prueba de feminidad para demostrar que somos mujeres,
pese a ser altas, pese a ser diestras con el balón, pese a demostrar la misma
fortaleza que cualquier hombre. ¿Hasta cuando ha de durar esto? ¿HASTA CUANDO?
MORALEJA: Bob Marley dijo: “Ustedes se ríen de mi por ser
diferente, y yo me río de ustedes por ser todos iguales”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario