En un país en la que la vida de la población, su
supervivencia vale menos que nadie. ¿Alguien esperaba sinceramente que
Excalibur podría vivir? ¡Estaba condenado! Como lo están el 21,6% de la población española que vive por
debajo del umbral de la pobreza. Si los más de 2.306.000 niños que viven en
España bajo el umbral de la pobreza no conmueve desde nunca a los de arriba.
¿En serio alguien soñaba con que Excalibur fuera indultado? Yo, por desgracia
no. En este país se indulta a ladrones, a personas con graves delitos sociales,
a asesinos con coches de marca. En España no se indultan animales aunque sean
más animales que todos los animales que son indultados.
Muchos dirán: “¡Sólo ha sacrificado a un perro! No hay que
armar tanto escándalo”. Bueno, eso según se mire. Excalibur podría haber
salvado muchas vidas y sin embargo, ha perdido la suya porque unos señores, del
gobierno para más señas, decidieron que para no ser menos que sus “amigos” de
Estados Unidos, había que trasladar a un enfermo de ébola al país en una
demostración de compasión fingida. Pero claro, ni el protocolo estaba claro, ni
se actuó como se tenía que actuar y pese a que el misionero falleció, tras de sí
dejó un reguero de inseguridades sobre la gestión sanitaria de la crisis del
ébola. Esa fue la primera parte de esta historia. En la segunda parte, salen en
todos los medios de comunicación las miserias de una nefasta y patética
gestión.
Para mas INRI, ya hay una víctima, porque si hay muerte de
por medio es víctima y verdugo quien va de la mano. Un perro, un animal que
podía haberse puesto en cuarentena, por este afán de dar una seguridad fingida,
ha sido sacrificado.
Su dueña, una auxiliar de enfermería que trabajaba en el
Hospital Carlos III-La Paz de Madrid (donde tuvo contagio con el religioso
Manuel García Viejo) dio positivo ayer en los dos análisis que realizados para
confirmar la enfermedad. Pese a que la enfermera presentaba síntomas desde el
día 30 de septiembre (es decir, hace una semana, pero esto se considerado por
los protocolos como una "sintomatología vaga", al no llegar a los
38,6 grados centígrados de fiebre).
Por eso no fue hasta el día de ayer, 07/10/2014 que se
corrió para localizar a todos los que habían tenido un contacto con ella directamente.
Mas la auxiliar de enfermería infectada sólo por el virus del Ébola. Fue
infectada por una ministra que no estuvo cuando ocurrió todo lo del misionero y
su traslado a España.
Pero, como siempre, toda precaución es poca y pagaron
justos por pecadores. ¡Que más da un perro mas o menos! Sin embargo, en
política, un buen o mal político se distinguen de muy poco. Al final todos,
pese a que dimitan, acaban cobrando por ser MALOS “PROFESIONALES” a los, sin
lugar a dudas, le quedó muy grande el tener en su manos un país privilegiado al
que dilapidaron, desde la realeza hasta los que se creen nobles, hasta el
último resquicio de humanidad que había en el ser humano.
No vivimos en una España grande y libre. ¡No! Vivimos en un
país donde no se condena a los culpables pese a que sean capaces de matar, no
solo a animalitos sin maldad ninguna, sino que sean capaces de haber condenado
a unas personas que realizaban su labor en un hospital madrileño, directamente
a la muerte por no saber ni lo básico entorno al virus del ébola.
A Mariano, esta vez, no le va a servir ni su fin de cita.
Al gobierno le va a salir caro esta muerte con la que ya se tiñe sus manos.
¡Sólo era un perro! No señores no. Era un símbolo de hasta donde puede llegar
la estupidez humana a la enésima potencia y, por desgracia, en nuestro país,
los que ostentan la corona de los más estúpidos del mundo mundial, sin lugar a
dudas, son los políticos de nuestro país pero con letras no de oro sino de
platino.
No es que entienda a Cataluña cuando desea liberarse a
conciencia de este mal que nace en Madrid y se extiende (el de la idiotez
política, obviamente). Sino que yo misma estoy por independizarme con mi propio
piso porque esto ya no hay quien lo aguante. Si queréis saber donde vivo desde
mañana será más fácil que lo sepáis: yo soy la chica que como el Señor Eriksen
de la película UP, ató millones de globos para largarse de este lodazal de
podredumbre y desesperación. No sé si en el cielo tendré mucho oxigeno para mis
pulmones pero sin lugar a dudas, desde que mi casa ya no toque este maldito
lugar, sin dudas, me sentiré mucho mejor. ¡Gracias por hacerme renegar de mi
tierra señores! Lo han logrado. Ya no deseo formar parte de esto que no es un
país, no, es una imitación de algo que aún no he encontrado definición para
describirlo. Eso sí, está lleno de lo peor, de lo peor, de lo peor que jamás
hubiera llegado a imaginar. ¡Gracias por destruir España!
MORALEJA: Leonardo Da Vinci, un gran
visionario, dijo: “El tiempo vendrá en el que los hombres miren a los
asesinos de los animales como hoy miran a los asesinos de los hombres”. Ese día es hoy.
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