Dualidad, pensamiento, doble moral. Muchas son las formas
que tiene una persona de justificarse ante un acto, ante un debate, ante una
farsa.
Muchos hablan de lo mala que es esta dictadura, o la otra,
o la de más allá. Se llenan la boca apoyando a las víctimas involuntarias de
conflictos en países donde tanto la libertad como el derecho a ser libres, son
vocablos que pueden causar incluso en el encarcelamiento o la muerte.
Detrás de todas las palabras adecuadas, de todos los
motivos profesionalmente adecuados, se esconde la verdad.
Cualquier persona que defienda o haya defendido una
dictadura o formado parte de ella, sin lugar a dudas sabe muy bien donde está
el factor inaceptable de esta. Son los muertos que no dejan enterrar, son las
familias que no pueden descansar en paz, son la gente que no puede olvidar el
lastre, el continuo castigo en el que recordar se convierte en algo
desagradable desde un punto de vista moderno, actual o electoral.
Sin lugar a dudas, España no está libre de tener muertos
sin enterrar. Los nombres que antaño formaban parte de lista escrita a mano,
pues así era como se hacían en la época, siguen sin encontrar sepultura.
Mas, por desgracia, esto no acaba aquí. Mientras desde
diferentes posturas políticas se encargan de denunciar el abuso de los
Dictadores, como Castro y familia, como Chávez y demás, no ven tan mal otras
clases de dictaduras a las cuales, para seguir haciendo su función de contener
la libertad, les venden armamento convirtiendo así a nuestro país, a España, en
el séptimo máximo exportador mundial de
armas.
Mientras por un lado tratan de denunciar el comportamiento
dictatorial de algunas naciones del mundo, otras, sin embargo, les proporcionan
ese empuje económico que les hace falta a base del sufrimiento humano y de
muertes bajo el yugo opresor. ¿O es que son mejores unas dictaduras que otras?
¿En que se diferencian? ¿En lo que pueden llegar a comprar en armas?
En 2012, España incrementó las exportaciones a varios
países acusados de violaciones de derechos humanos, y duplicó lo vendido en
productos de doble uso a Irán. La venta de armas a Bahrein, Israel, Arabia
Saudí y Marruecos proporcionan un dinero a nuestro país no solo sucio sino
manchado de sangre.
Si un país democrático critica a otros por sus ideas y
luego es capaz de aceptar el dinero de otros con ideas muy similares para
sanear su economía… ¿Qué filosofía real defiende? ¿La de venderse al mejor
postor en pos de los Derechos Humanos?
Sin lugar a dudas no se pueden denunciar unas dictaduras y
hacer negocios con otras.
Si formas parte de una muerte, en el grado que sea, pronto
los fantasmas vendrán a pedirte cuentas. Da igual que no sean formas de masas
incorpóreas, sino palabras, ajuste de la mente, dolores injustificables que no
sabes porque te pesan en el cuerpo y la cabeza. Quien coopera con un asesino de
una forma u otra, da igual el color que vista este, sin lugar a dudas deberá
enfrentarse con sus decisiones tarde o temprano, y también, con aquellos que
murieron sólo por desear ser libres.
MORALEJA: José Marti, (1853–1895) político
republicano democrático, pensador, escritor, periodista, filósofo y poeta
cubano de origen español, creador del Partido Revolucionario Cubano, dijo: “Contra la razón
augusta, nada. Sobre el deber de dar empleo a las fuerzas que puso en la mente
la naturaleza, nada. Ni rey sobre el derecho político, ni rey sobre la
conciencia. Por encima del hombre, sólo el cielo”.
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