NADIE LLORARÁ POR ÉL…
No busques la fortaleza en la rima
fácil,
ni consuelo en lágrimas ajenas,
ni deseo de superación
en otras personas cuando tu tienes
de sobra.
No hagas la locura
de pensar que todo irá mal,
más no seas inmensamente positivo
por si las cosas no salen como uno
pensaba.
No tengas miedo,
no retrocedas,
no te asustes,
no sufras por nada.
La mirada alta, como ayer.
El coraje por bandera,
como cuando te conocí.
El valor en presente
de indicativo, como siempre.
La lucha es la misma.
Los nombres y apellidos nos
hacen más visibles al enemigo.
¡Atízale fuerte! No lo dejes con
vida.
Eres tu o él (lucha a muerte
hermano,
por mucho que odie esa palabra).
Nadie llorará por él, si eres tú el
ganador.
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