De veras que hay a veces que… la inteligencia humana se
supera pero a la contra. En una noticia leída hoy de esas sobre que les gusta a
los hombres más de una mujer, unos estudiosos muy eruditos y bien formados (no
podría ser de otra forma… ¿Verdad? Han corroborado que los hombres no se sienten
atraídos por unos labios carnosos, ni por unos pechos exuberantes, ni unos ojos
felonamente intensos, ni un trasero voluptuosamente perfecto. ¡Para nada!
¿Sabéis lo que les gusta a los hombres según dicho estudio? Ni os lo imagináis
pero… ¡¡¡LA CURBATURA DE NUESTRA ESPALDA!!! Sí mujeres, sí. Nosotros pensando
que nos miraban el culo al pasar pero no… nos comían con los ojos la curbatura
de nuestra espalda.
La investigación, publicada en la revista Evolution and Human Behaviour y
realizada por la Universidad de Bilkent, en Turquía, consistió en realizar un
cuestionario realizado a 300 hombres.
En concreto, los científicos determinaron que cuanto mayor
era la curvatura de la columna de la mujer mayor era la atracción que
sentían los hombres. Para ser más exactos cifraron el ángulo de atracción
máxima en 45 grados.
Este ángulo no solo es excitante para el hombre, sino que
supone una ventaja a la hora de tener hijos para la mujer. Cuanto más curvada
sea, mayor facilidad tendrá la mujer a la hora de dar a luz.
En serio, como mujer, no sé como sentirme a la luz de estos
nuevos datos. Antes si alguien te miraba el trasero le llamabas “¡Grosero!”,
(pues normalmente no se conformaban sólo con mirar sino que lanzaban algún
sonido de admiración a veces en forma de piropo) si lo pillabas en esa acción,
pero por dentro te decías a ti misma: “Aún estoy buena” pues nos guste o no, el
echo de sabernos admiradas nos gusta y nos potencia el ego como a todo hijo de
vecino. Sin embargo, eso de que te admiren la curbatura lumbar no le sube tanto
el ego a una. Además… ¿No se solía decir que donde la espalda pierde el nombre
adquiere el nombre cariñoso de culo?
Si los avances científicos le han quitado al culo el don de
ser un buen trasero para ser admirado es que la ciencia, en cuestión de lo que
autoestima femenina se refiere, ha llegado al límite del límite del límite.
Si un culo ya no es un culo… ¿Qué es ahora? ¿Una curbatura
de 45 grados perfecta? ¡Ais! Ya me imagino los nuevos piropos. En vez de “Guapa por ti me haría joyero, para poder
moldear esa joya tuya que se llama trasero” sería… “Guapa por ti me haría joyero, para poder moldear esa joya tuya que se
llama curbatura lumbar de cuarenta y cinco grados”. ¡Por el amor de Dios!
Si es que pierde toda la magia. En vez de “Empezando
por tu pelo y acabando por tu trasero, me comería tu cuerpo entero” sería “Empezando por tu pelo y acabando por tu
curbatura lumbar de cuarenta y cinco grados, me comería tu cuerpo entero”.
¡¡¡QUE NO!!! Vamos… que NO. Que así ni tiene gracia, ni sentido, ni razón de
existir.
Estudiar para hallar la cura a alguna enfermedad mortal
está bien y es más que necesario. Ahora bien, hacer un estudio para determinar
que un trasero ya no es uno culo,… como que no. Mejor ese día, haber llegado
tarde al laboratorio o haber uso del derecho que deben tener todos los
científicos a un estudio que va contra sus principios.
Si en la vida le quitamos a ese lugar donde la espalda
pierde el nombre, el honor de levantarnos la moral un buen día con un bonito
gesto de otro persona que lo admira y lo alaba, es que la vida de por sí ha
perdido algo más que el norte, y con ella, todos los que arrebataron al trasero
ser el lugar de culto de más de una mirada furtiva al pasar.
MORALEJA: Paco Bravo dijo:
“Decirme si es pecado,
admirar la belleza de una mujer hermosa
decirme si es pecado,
cuando esa mujer pasa por mi lado
y con la mirada, la desnudo de arriba abajo.
Que creación tan perfecta y bella,
y aunque fuera imperfecta,
que haríamos sin ella”.
Se puede decir más alto, pero no más claro.
Suena ridículo, desde luego, pero habría que consultar el artículo original para ver si de verdad dice eso. Los periodistas tienen una habilidad especial para coger una noticia científica y convertirla en algo que no es. También puede ser que a quienes les guste esa curvatura lumbar tan especial sea a los turcos. En un país islámico, ya se sabe, no puedes ir por ahí diciendo que te gustan los culos... Dices que te gusta la curvatura lumbar, a ver si cuela.
ResponderEliminarEsta es la página original: http://www.journals.elsevier.com/evolution-and-human-behavior/. Lea y piense lo que desee. Ahora bien, un buen periodista no "convierte" el agua en vino, simplemente trasmite algo que sustancialmente, sobretodo viviendo del campo científico, es meramente una forma mas de pasar un tiempo mas que algo cualificado por el rango que sus estudios deberían ocupar. Al final, son los científicos los que parecen, con esta raros estudios, tertulianos del noble arte de vivir más que eruditos a los que hay que respetar por lo que saben, no por lo que conocen.
Eliminar¡¡¡Gracias por leer mis escritos!!!