HUELE A CIRIO, A FERVOR, A LLANTO
Viernes, 18 de marzo de 2016
Huele a cirio,
a fervor, a
llanto.
Huele a
madrugada,
a manto bordado,
a mantilla de
luto.
Huele a hijo
herido,
a sufrimiento
callado,
a dolor materno.
Huele a amor
infinito,
a noche callada,
a golpe de aviso,
a calle abarrotada.
Huele a plegaria
íntima,
a lagrima de
sangre,
a muerte injusta,
a perdón eterno.
Huele a
tradición,
a altar
florecido,
a cruz de
madera,
a lanza
hiriente.
Huele a
tormento,
a incienso
mortecino,
a juramento del silencio,
a pasión de
Cristo.
Huele a campanillas del viático,
a golpear de hachones contra el suelo,
a jueves Santo, a ‘Madrugá’.
Huele a Triana,
a Cristo de los Gitanos,
a corona de espinas,
a saetas desde los balcones.
Huele a cofradía,
a nazareno,
a tambores y cornetas.
Huele a pregón,
a procesión,
a vela prendida,
a iglesia engalanada.
Huele a Monte del Calvario,
a mortaja, a entierro, a Resurrección.
Huele a Semana Santa.
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