La
elegancia es algo que me fascina y puede hacerme perder fácilmente la cabeza.
Lo bueno es que hay pocos hombres que destilen elegancia hasta con bañador marca paquete (bueno,… sinceramente no
creo que ningún hombre elegante llevara un bañador así sino que directamente,
ira con una toalla que ocultara sus partes de forma graciosa y poco mas. ¡Eso
es ser elegante hasta sin ropa!).
El
glamour es mas femenino y para las mujeres con un poco de estilo, es fácil de
conseguirlo con un buen vestido de marca, una buena elección de complementos,
un buen tacón y un porte que se consigue con la fuerza que da una buena
elección para la alfombra roja. Sin embargo un hombre no es elegante porque
vista de traje o esmoquin (a todos no le queda bien la pajarita por no hablar
de el mal gusto de combinar algunas camisas con algunas corbatas. Algunos o son
daltónicos o de dejan aconsejar muy mal por esa rubia siliconada que tiene
apadrinada como “secretaria” a la que la visitan fuera de horario de oficina).
Hay mucho que visten de traje y parecen que van disfrazados. A otros le pasa
como el chiste que acabas diciendo que
bien hecho que está el traje y que mal hecho está el tío. Pero el hombre
elegante lo es siempre, incluso con tejanos o sin ellos, incluso con camisa o
sin ella, incluso con bañador,… o sin él.
Te
digo ahora a ti, ya seas hombre o mujer, que pienses en un hombre elegante.
¿Quién te viene a la cabeza? A todas nos viene GEORGE CLONEY y algunas ANTONIO
BANDERAS pero a ellos,… ¿Quién ven si les preguntamos esto? Sinceramente,
(bueno, si somos realmente sinceros, lo primero que pensarían es,… ¿Por qué me pregunta esto ahora? Si fuera
una mujer estaría fácil,… la que mejor escote muestre sus encantos sin parecer
una prostituta de lujo. Pero,… ¿Un hombre elegante? ¡Como si yo me fuera
fijando en los tíos!) la gran mayoría, nos respondería SEAN CONNERY, ROGER
MOORE, TIMOTHY DALTON o PIERCE BROSMAN que son los 007 por excelencia
reconocida y por su elegancia al servicio de la corona. Sin embargo nosotras no
nos quedamos sólo con un detective de ficción o una película en concreto.
Miramos, observamos y nos recreamos en el perfume, en los andares, en su forma
de tratar a las personas que tiene que a su alrededor sin mirar el rango que
ocupan. Ellos, los hombres verdaderamente elegantes, jamás saben que son
observados una y otra vez porque actúan de forma natural pues la elegancia,… es
algo que se lleva por dentro no en una firma en una chaqueta negra a una gala
retransmitida por televisión para que todos vean lo bien que sienta una prenda
a alguien que luego es un verdadero tirano cuando sabe que no es observado. Ese
porte, esa forma de ser, ese todo que forma un hombre sublime, es algo que se
nota hasta sin ropa, como bien decía antes. Cuando tengas a alguien delante de
ti de este tipo de hombres, recréate desde las sombras porque sólo con un
segundo de contemplar a un ejemplar tan poco común, todo tu ser se impregna de
un alo difícil de superar no nada ni por nadie. ¡Disfruta! Son como los dodos y
no dejan de ser animales racionales increíblemente sublimes que empiezan a
estar en peligro de extinción.
MORALEJA: Como punto final las palabras de Antonio Lobo
Antunes “No es coraje, es elegancia. Quizá la
elegancia es la forma suprema del coraje o el coraje es la forma suprema de
elegancia” y las de Marcel Proust “Tal como un hombre inteligente no teme
parecerle tonto a otro hombre inteligente, el hombre elegante no tendrá miedo
de que su elegancia pase inadvertida al gran señor, sino al patán. Las tres
cuartas partes de los alardes de ingenio y mentiras vanidosas que los hombres
han prodigado, rebajándose, desde que el mundo es mundo, iban dirigidas a
inferiores”.
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