Hoy
es un día de corazones de papel, de rosas rojas, de ramos de flores
multicolores, de bombones, de canciones verdaderamente empalagosos para unos y
dulcemente románticas para otros.
Hoy
es un día para los poemas de amor ya sean creados por un desengaño, por un amor
perdido, por un amor encontrado, por el deseo de amar, por el deseo inmenso de
olvidar el dolor de un corazón, por la esperanza de sentirse amado.
Hoy
es un día para llamar a alguien especial, para enviar un e-mail con una imagen
especial, para enviar una carta con una bella postal, para escribir un SMS o
dejar un mensaje, privado o no, en el Twitter o en el Facebook.
Hoy
es un día normal pero sólo está en nuestra mano, en nuestras ganas de
sorprender a quien deseemos, de hacerlo especial. No porque lo diga un
calendario, o el santoral del día, o porque antiguamente se celebraba como día
del amor. ¡El amor no es cosa de un día! Pero es bonito que exista un día para
que amarnos sea mas fácil y para decir TE AMO, TE QUIERO, TE EXTRAÑO, TE NECESITO,
ME ACUERDO DE TI, TE DESEO UN FELIZ DÍA porque si, porque queremos que
ese alguien (pareja, amigo, amante, cómplice, hermano o hermana,…) sepa que es
un día especial no porque lo diga un anuncio de la tele o este de moda sino
porque en nuestro corazón,… esa persona hace que sea especial.
Yo
soy una mujer que le gusta permanecer en las sombras pero desde la claridad de
mi corazón yo, en este día, porque si, porque me da la gana, os dedico este
poema a vosotros, los que consultáis o leéis este blog cuando deseáis. ¡¡¡Esto
va para ti!!! Hoy es especial porque tu existes en este trocito de mi vida
llamado a puertas abiertas,… mundo.
Nunca intentaré buscarte,
no lo necesito para tenerte muy cerca.
No pretendas que te persiga
cuando en mi condición no existe
el ser tu sombra,
ni verte siendo la mía.
Nunca buscaré cambiarte
pues si estoy contigo,
junto a ti, es justo
por ser como eres:
puramente diferente.
No te poseo ni me posees.
No me tienes ni te tengo.
No busco amararte
ni ser amarrada.
No busco sorprenderte
ni busco que me sorprendas.
Ni estoy ni me he ido.
Ni permaneceré ni me quedo.
Ni huyo ni busco hacerte huir.
¡Sólo soy yo!
Esta que te mira cuando
no ves a nadie y entre las sombras
te susurra ánimos,… yo se que puedes
para darte un poquito
de eso llamado fe.
Soy el abrazo invisible
cuando lloras en la cama.
Soy el latido cálido
que te hace entrar en calor.
Soy nada y en esa
nada lo soy todo.
No me ves pero
no te hace falta.
Cuando me llamas aparezco
incorpóreamente a tu lado
y con eso, a ti, te es suficiente.
¡No soy sombra!
Existo en lo oculto
tras lo invisible de esta.
¿Qué más quieres de mí?
Yo se que nada y por eso
mi TE QUIERO hoy es para ti.
¡Dulces abrazos tardíos!
¡Dulces besos vespertinos!
MORALEJA: Después de esto,… no existen, por hoy, más
palabras.
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