Cuesta entender a alguien que se le confía la vida de algo tan valioso como puede ser un hijo y que ves, que por un exceso de velocidad jamás justificada, se lleva la vida de aquello que tú mas querías. ¿De qué ha servido correr? ¿Qué hay de ese mundo que se pierde a una velocidad extremadamente peligrosa? ¿Cómo curas luego el daño infligido?
Nunca hay que mortificar eternamente a alguien que cometió un error y además, la justicia hará que pague su culpa. Pero en esa mente que todos posemos, en ese recodo de la cabeza que jamás deja de pensar aunque queramos, siempre existirá la pregunta de… ¿Por qué estamos viviendo demasiado deprisa?
De nada sirve correr con un coche, con una moto, con una bici, con el ímpetu de un cuerpo que llega tarde. Es mejor llegar cinco minutos más tarde que no llegar nunca. Aún así cometemos imprudencias todos y sólo cuando hay noticias como la que una chica de dieciséis años ha perdido la vida en un accidente de autobús por culpa de una imprudencia humana, nos paramos un poco y durante unos instantes, nos solidarizamos con la familia, con los amigos, con todos aquellos que la conocieron y lloran, sienten, sufren su perdida tan temprana. Es bonito estar al lado, aunque sólo sea un instante, con aquellos que se les ha rasgado la vida por completo pero lo más bonito que se puede hacer es que en ese justo momento, en ese justo instante que nos sentimos así, lo llevemos con nosotros para cuando vamos a pie o en algún miedo de transporte que puede causar daño a terceros, seamos capaces de hacer lo correcto y no lo que no venga en gana según el momento de día, según la hora, según la situación.
Las frases, los momentos de apoyo, las muestras de cariño están bien pero de nada sirven si cuando salgas mañana a la calle vuelves a cometer los mismo errores una y otra vez, hasta que otra vida se va y vuelves a sentirte vulnerable por segunda, por tercera, por cuarta vez,… ¿Cuánta personas tienen que decirnos adiós para siempre para que empezamos a ser consciente de los peligros que no rodean o que podemos ocasionar por ser inconscientes? Yo no voy a espera a tener que recordar otro nombre y espero que todo aquel que tenga dos dedos de frente, empiece hoy mismo a vivir la vida sin tener que vivirla,… DEMASIADO DEPRISA. Hoy es una chica de 16 años. Mañana,… podrías ser tú. ¡TEN CABEZA! Vida, por suerte o por desgracia,… ¡SÓLO HAY UNA!
MORALEJA: Una canción decía “… He malgastado mis fuerzas, viviendo deprisa, ya me cansé de seguirte,… ¡Yo me quedo aquí!”. Yo también me quedo aquí y disfruto de este momento a solas conmigo que será único e irrepetible. ¡Es bonito estar vivo! No voy a permitir que nadie me borre esta sensación ni ahora ni nunca.
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