Se cuenta la historia de un hombre que fue un hombre modelo de conducta a veces y polémico otras veces. Un hombre que tenía voz propia y eso ponía nerviosos que por un motivo o por otro, prefería que se quedara mudo, que no tuviera palabra, que no tuviera pensamientos, ni libertad para expresarlo, para hacer lo correcto incluso cuando podía parecer incorrecto. Todo lo capeó buenamente como pudo hasta que un día,… tocó teclas que no debía tocar (según unos no porque no se pudieran tocar sin miedo alguno). Su valor le costó su cargo, su nombre, su prestigio, etc. ¿Esto es el mundo al revés? ¿Qué está pasando en esta realidad que no tiene sentido alguno? Roban millones públicos, nos engañan poniendo un cargo aquí para que el sobrino, el primo, el cuñado de turno se embolse un dinero por ser un inútil potencialmente y realmente, hacemos concursos públicos que quedan desiertos o parecen quedar desiertos pero ese dinero que reubicada adecuadamente para otro buen fin político como un anuncio para sacar al mercado una acciones que nunca salieron a bolsa. Pero cuando alguien dice hasta aquí hemos llegado, que el pasado no fue para todos igual, que el presente está siendo un lió de corruptos y corrompidos,… se le juzga por ser una persona que no tuvo miedo y lucho por la honestidad, por la verdad, por la libertad de expresión. ¡No lo puedo entender! ¡No creo que sea la única que no lo entienda!
Espero que si la justicia de este país está ciega la de otros que tiene una voz mas clara y profunda, para dar un voto de confianza a la quien verdaderamente alzo la voz no para gritar no para SER FIEL CON SUS PALABRAS Y CON SU FORMA DE VIDA.
MORALEJA: La ceguera sólo la da el poder. El poder lo da el cargo. El cargo lo da la ciudadanía con el voto. La ciudadanía que tiene voto no entiende la resolución que es abucheada a la salida del juzgado. ¡Algo pasa que en alguna parte se rompe la cadena que existe!
La realidad es clara: ni cabezas gachas, ni renunciar a un apellido, ni pensar que se ha actuado de forma inadecuada. Esto sólo es la resolución de una disolución que no tiene solución dentro de unas fronteras que se rompieron hace mucho tiempo ya. Pero ni nos van a acallar ni os tiene que dar miedo. La palabra correcta llega lejos y siempre que sea clara, concisa y firme. La mentira, la falsedad y la falta de ideales se quedan tras esa frontera imaginaria que unos tiene en la mente por eso están tan ilimitados hasta en lo que realidad y verdad se refieren. ¡Viva el justiciero! ¡Abajo la justicia injusta!
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