Hay imágenes que dan la vuelta al mundo y que son “noticia” no por el problema que se trata en ella, o por la calidad informativa, o por la claridad de un hecho. Hay imágenes, que sin saber muy bien porque, son noticia y no de la prensa rosa sino de la prensa cotidiana seria y demás. Y no es nada malo ya que si entre tantos desastres naturales o artificiales no podemos reírnos con una toma de un reportero gráfico que un compañero luego acompaña con palabras que tiene cierta malicia a veces, como que apaga y vámonos. ¿Cuándo hemos perdido nuestra capacidad de reírnos?
Ahora de todo se hace un drama: que si en una serie de televisión se comenta algo sobre unos o sobre otros, que si este se ha metido con el otro, que si ahora te demando, que si ahora te vuelvo a demandar, que si me ha tirado un caramelo un Rey mago y lo denuncio porque me dio, que si este me ha tirado de las coletas, que si Juanito le ha pegado los piojos a mi niña, que si Pablito arañó a Susanita en el patio, que si Julito perdió la pelota que le presto Andresito,… y así podría seguir hasta no acabar.
¿Nadie se ha dado cuenta que no hay nada mejor que la risa para aliviar tensiones? Da igual si al reportero se le ha ido un poco la mano con la noticia escrita o si el reportero gráfico podía haber enfocado el majestuoso salón dónde se realizó la opulenta cena de gala. Un hombre miró un escote a una mujer y ésta, al sentirse incomoda por la situación, se lo tapó. ¿Qué estaba mirando la medalla? ¿Qué si una mujer que se pone escote ya sabe lo que puede provocar esa bandeja de plata dónde coloca sus senos? ¿Qué si patatín? ¿Qué si patatán? Nada importa ni hay que darle más bombo y platillo del que se merece. Para la princesa podría tomárselo como un halago. El señor que estaba dando el repaso podría haber sido mas discreto o al menos haber mirado a la cara a la princesa y haberle dicho… ¡Bonita joya la que lleva entre pecho y pecho! Y hubiera quedado la mar de bien. Si sólo estaba mirando la joya,… disimular no ha lugar. Si la princesa se sintió incomoda,… la próxima vez cuello vuelto. No se pueden refrenar los impulsos que tenemos de animales racionales. Un impulso es eso: mirar, repasar, disfrutar de la vistas. No ha hecho nada ilegal ni mucho menos. Lo pillaron in fraganti y punto. Nos hemos reído y con eso nos tenemos que quedar. Hay demasiadas injusticias en el mundo como para criticar a los reporteros, para decir que una noticia no es noticia aunque sea una noticia chorra o para darle más vueltas al ángulo de visión del caballero. Miró, lo pillaron y punto. ¡No hay nada más!
MORALEJA: Como diría Paco León en la serie Aída y ajustándolo un poco la noticia que hoy he comentado “Una teta es una teta aquí y en el BURGER QUEEN” (bueno en este caso, en BURGER PRINCESS).
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