Otro día más una de esas noticias que aparece como un comentario en la prensa y la verdad es que ya se ha repetido varias veces no sólo con un ciclista, sino también con peatones, conductores de coches, motoristas,… ¡Nadie hacemos caso de las señales de tráfico! Nos creemos mejores que nadie y encima, cuando alguien hace lo que nosotros, para bien o para mal, alguna vez que hemos tenido prisa, actuamos como maestros en el arte del insulto, de los pitidos, de los gritos a pleno pulmón porque está claro que la letra entra con dureza. ¡¡¡VAYA TELA!!!
Yo tengo carné de conducir, he cogido una moto de baja cilindrada, he cogido la bicicleta para ir por el campo, soy peatón siempre que la ocasión lo permite.
Como conductor he tenido que verme con conductores que no respetan la separación de las vías, con camiones de gran cilindrada que no han podido controlar en una curva la carga y se me han venido encima literalmente, que motos me adelantaran por la derecha y que cuando yo ponía el intermitente para adelantar, han hecho caso omiso a mi señal y se han tirado a la fuerza antes que yo. En los pasos de peatones que la gente espera o pasa tranquilamente, alguna bicicleta a pasado a la brava y me he visto obligada a frenar de manera brusca y luego insultada por el propio ciclista por no haberme dado cuenta que por su afán de no perder su marca o lo que fuera, casi lo embisto sin querer. Me he encontrado con peatones con nietos a cuesta, pese a tener el paso de cebra a un metro, cruzar de forma temeraria cuatro carriles a la brava por inconsciencia.
Como peatón se me han tirado coches encima literalmente hablando cuando he cruzado vías de cuatro carriles y pese a que veían los coches parados de los otros carriles,… ellos no han pensado para nada que podía estar pasando una persona. Cuando he cruzado por un paso de cebra, y esto sólo me ha pasado una vez, un ciclista en una baja pronunciada no se puedo quedar con la bici o no quiso y me dio un toque con esta y encima se enfadó porque yo había cruzado por el paso de peatones. En semáforos en los que podía pasar el peatón, el ciclista o ciclista han pasado sin respetar a los peatones entre ellos yo.
Como ciclista de campo no me he visto en nada grave pero conduciendo por una carretera transitada por ciclista tengo que decir que en ningún momento se respeta por los que circulan en coches y camiones, la distancia de un metro y medio de distancia al rebasarlos, que justamente ayer un conductor colérico hizo un adelantamiento por el carril contrario de dos vehículos (el mío y una furgoneta) y el ciclista que circulaba correctamente aunque sin casco por el otro carril, pudo se atropellado de frente por este individuo.
Como motorista puntual tampoco me he visto en ninguna de grave pero también he visto pique absurdos entre coches y motos que han puesto en peligro a los demás conductores y que en contadas veces, han tenido que ser las motos las que han tenido que ceder porque en este sin sentido de adelantar para frenar y putear al que va detrás, su piel es su carcasa y vida sólo hay una.
Todos en un momento hemos cometido una imprudencia y por suerte podemos contarlo. Lo que el conductor de autobús del Reino Unido hizo al embestir al ciclista acelerando para darle con mas fuerte el golpe a una persona en la que su piel era su única protección fue utilizar su aparato mas grande contra el más débil para hacerle daño o en el peor de los casos, para acabar con su vida. Por suerte sólo ha sido un gran golpe para el ciclista y una sanción para el conductor del vehiculo que no sólo puso en peligro al ciclista sino a los pasajeros que en ese momento iban en el transporte público que seguía una ruta.
Yo no pido que seamos buenos porque eso sería una UTOPÍA inalcanzable en un mundo que va evocado a la ley de la selva pero si todos hacemos un poco más de caso a las señales, si hacemos caso a la normativa, hacemos caso a los que van en un coche, moto, autobús, camión, bici son personas, creo que todos viviremos un poco mas tranquilos porque evitaremos el riesgo de ser una estadística macabra que pasa fugazmente por los medios de información pero que deja secuela en familias de por vida. Seamos inteligentes y dejemos la CÓLERA en casa por nuestro bien.
MORALEJA: Hoy una anécdota que me ha puesto un poco la piel de gallina. Ya han dicho mas de una vez que no se tiene que coger el móvil en el coche, que las dos manos tienen que estar en el volante, que no se tiren la colillas por la ventanilla pero hoy, por el susto que me ha causado durante un trayecto de 15 minutos de circulación sólo decir que comer mejor parando un momento en un zona que se pueda parar y no conduciendo por una carretera de curvas peligrosas en las que el coche ha invadido mas de diez veces el sentido contrario y ha estado las misma veces a punto de irse contra el bosque, contra el quitamiedos de la carretera y que ha tenido que estar enderezando el coche todo el trayecto (yo no me he atrevido a adelantarle porque sinceramente daba pavor como se iba de un lado al otro de la carretera y puedo asegurarles que no era embriaguez,… la persona estaba sola en el coche comiendo). ¿Merece la pena perder la vida por no poder parar ni diez minutos para comer? ¿Merece la pena poner en peligro a todos por la insensatez de unos y de otros? ¡Sólo calma y tomar un poco de aire! Un semáforo no dura rojo toda una vida sino pocos segundos comparados con lo que una vida puede llegar a tener o perder.
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