sábado, 28 de diciembre de 2013

CUENTA ATRÁS HACIA EL NUEVO AÑO

 

Hace trescientos sesenta días atrás estaba como ahora, delante de una pantalla de un ordenador y cuestionándome muchas cosas. No sabía para donde tirar con mi vida ni para que (es duro tener treinta y cinco y estar descatalogada como trabajadora sólo por eso).

 

Hubo personas en mi vida que con duras palabras me mostraron la verdadera cara que se oculta tras una empresa. Fue duro, no lo niego, pero con el tiempo liberarme de una sensación que me provocaba cierta angustia fue francamente renovador para mi vida. ¡La verdad era libertadora a largo plazo!

 

Hubo otras personas que por un motivo o por otro, no se portaban como hasta la fecha en el que el cara a cara fue turbador. Tuve enfrenamientos muy duros con ellos, quizás justo o quizás no, pero enfrentamientos que nos hicieron ver a los dos partes, una nueva visión de lo que estaba pasando. Lloré mucho (soy una mujer muy sentimental y perder algo tan valioso que yo creía que era una amistad, me hizo llorar océanos de dolor a solas). Tras las lágrimas también llegó la claridad. Cada cual aceptó, en menor o mayor manera, su parte de culpa y el tiempo que todo lo pone en su lugar, hizo, poco a poco, el resto. Los que debían irse se fueron y los que quisieron quedarse pues,… me hicieron sentir que volvía a reencontrarme con personas por las que vale la pena seguir luchando.

 

Durante estos trescientos sesenta días he construido muros a mi alrededor y los he tirado un par de veces (es bueno sentirse protegida pero sentirlo rodeada de ladrillos que no dejan ver más allá de tus narices, no servía para avanzar y dejar atrás los miedos).

 

Hubo falsedades que rodearon mi vida, que quisieron alejarme de personas increíbles. ¡La mentira no consiguió su propósito! Las personas que fueron construyendo esas mentiras, fueron arrolladas por su mala cabeza. ¡La mentira tiene las patas muy cortas! Y, pese a que no aprendieron nada de sus maldades, salieron de mi vida y con eso yo ya me conformaba (por ellas si que no derramé una lágrima).

 

Luché duro cada día por conseguir mis sueños. Hubo momentos muy crueles en hospitales, en salas de espera entre prueba y prueba, en que un bolígrafo y una libreta ajada, me acompañaban dejándome arrancarme la piel con cada escrito liberador para ese momento que vivía.

 

Hace tan solo unos días atrás hasta me cortaron el teléfono de casa y me quedé sin Internet. Fue cuando se produjeron esas lluvias y esos primeros vientos que helaban las neuronas. Para cumplir un reto que me había propuesto varios meses atrás (poder escribir cada día algo (un poema, una diatriba, un escrito, un relato,…) en mi blog). ¡Lo conseguí! Día tras día, las fuerzas no me faltaron.

 

Tuve durante estos casi doce meses de pensar, de aprender, de disfrutar, de olvidar, de construir, de dar segundad oportunidades, de crecer como persona.

 

A cinco días para el nuevo año una nueva pregunta me acecha con mas fuerza que nunca y me digo: ¿Ahora qué? ¿Cuál es el nuevo reto para este 2014 tan incierto?

 

Miro mi blog, os miro a vosotros y pienso,… ¿Cuál será mi nuevo paso adelante?

 

MORALEJA: 8570 VISITAS a este blog durante 360 días. Sólo tengo pocas palabras para decir GRACIAS y mil gracias a todos los que en algún momento hayas visitado mi blog por un motivo u otro. Vosotros me habéis dado ese empuje que necesitaba para poder plantearme nuevos retos con fe y confianza en mi misma. Para el 2014 mi gran proyecto, a parte de no fallaros sobretodo con mis relatos de los martes que son los que más han triunfado, es escribir mi primera novela. Aún no se de que tratara y por donde la haré ir pero lo que si tengo claro es que ese proyecto durará 365 días muy intensos de los cuales no dejaré que nada me haga rendirme. ¡Mil gracias a todos! Empieza una nueva meta a la que llegaré y sé que parte del trayecto lo haréis conmigo.

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