Incomprensión, falta de
educación, ganas de rebelarse contra los semejantes, incultura,… Muchos son los
adjetivos, frases y palabras que podían calificar el comportamiento de algunos
de los periodistas que ayer se concentraron en la sala de prensa del Almería. Y
es que ya se sabe, el tener una carrera no justifica que se posea el
conocimiento pleno para interactuar con el resto de seres humanos.
¿Qué pasó? Como manda una
norma no escrita, cuando un equipo con una lengua regional propia se desplaza para
jugar un partido a otra localidad, los entrenadores y jugadores cuando
responden a las preguntas, primero lo hacen en su “lengua” y luego en la
castellana que es la del país. Siempre ha sido así y siempre será por una cosa
que se llama educación. ¿Con qué equipos suele pasar? Con todos los que
provengan de Galicia, País Vasco, Cataluña,… A este acto simple se le suele
denominar cortesía deportiva, porque no sólo hay que ser buen jugador o buen
entrenador en el campo sino también fuera de este. Pero claro,… ¿Qué sabrán
algunos periodistas de lo que significa “JUEGO LIMPIO”? Según nuestros amigos
de Wiki Juego Limpio, Fair Play en
inglés, es una expresión muy utilizada para denominar el comportamiento leal y
sincero además de correcto en el deporte, en especial fraterno hacia el
contrincante "oponente", respetuoso ante el árbitro y correcto con
los asistentes. La preocupación por el juego limpio ha ido en aumento en todo
el mundo, ante la reiteración de conductas deportivas cuestionables, no sólo
por parte de los jugadores, sino por parte también de dirigentes,
patrocinadores, padres y familiares, árbitro, etc.
Sin embargo esto brilló por
su ausencia en la rueda de prensa del entrenador del Éibar en casa del Almería
de ayer, y no porque el más que correcto jefe de prensa del Almería no tuviera
que interactuar ante los “pasmados” desencuentros de varios de los periodistas
asistentes que parecían torpes estudiantes de primero de carrera (no llegaban
ni a becarios inexpertamente lerdos en vez de demostrar su profesionalidad con
varias ruedas de prensas a sus espaldas), recordándoles que eso era lo que se
solía hacer cortésmente con los equipos que poseían lenguas propias, que estos
primero respondieran en su lengua (euskera, gallego, catalán,…) y luego en la
nacional. Pese a la aclaración que ni debería haber hecho falta, siguieron
molestos porque el entrenador del Éibar respondiera primero en euskera y al
final, Garitano, tuvo que abandonar la rueda de prensa.
Sinceramente… ¿A esto se ha
llegado? A ser tan completamente hipócritas como para no entender algo que de
no estar escrito siempre se ha hecho con los equipos visitantes y sus lenguas
de origen. ¿Es este el mundo que queremos que ni tan sólo respetamos a nuestros
semejantes en un acto de cordialidad y buenas maneras?
Mucha religión en las
aulas, mucho civismo en las escuelas, mucha enseñanza pautadamente restringida
por el bien de los alumnos. Sin embargo, a la hora de la verdad, ni educación,
ni sentido común, ni gaitas. La ignorancia por bandera, la incomprensión como
nombre, como apellidos incultura e indecencia. Pues a la hora de dar la CARA,
no existe más verdad que el borriquito que se juega el puesto por una opción
política y no por lo que realmente es.
No hay peor profesional que
aquel que no tiene voz propia. No hay peor ciego que el que no quiere ver. No
hay peor tonto que el que no desea entender. No hay peor ser humano que el
evita la comunicación de otro simplemente, por no desear entender lo que dice.
MORALEJA: Peter
Drucker, (1909-2005) abogado y tratadista austriaco, considerado el mayor
filósofo de la administración del siglo XX, dijo: “Lo más importante de la comunicación es escuchar
lo que no se dice”.
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