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Muchos son los que dicen que la soledad es
mala. La definen para los demás como un estado de no importarle a nadie, de
pasar las horas muertas porque no queda más remedio, el vivir mirando un reloj
en el que parece que las horas no pasan.
Mas la soledad no es nada más y nada menos
estar sólo o sin compañía. Pero… ¿Qué haría una persona para dejar de estar
solo? Yo creo que cuando llevas muchos años hasta cualquier cosa. Ese estado de
tristeza que solventa con estar con otras personas, sin importar la persona, es
francamente indeseable para muchos.
Sin embargo otros no siente en la soledad
ese vacío sino el recuerdo de un amor que se fue y que ya no volverá (quizás
porque haya emprendido un viaje muy largo o quizás el viaje eterno). Estar de
la noche a la mañana sin esa persona que marcó tu vida para siempre es un duro
golpe para el que ama y sigue amando incluso tras la perdida. Muchos lo
asemejan como si se les hubiera roto el corazón (quizás en cierta manera así sea).
Pocos se recuperan de un golpe así. La gran mayoría, por desgracia, acaban
muriendo de pena. Suelen ser mujeres pues se supone que sobreviven más ellas
que ellos al final del camino de la vida. Cuando llega su hora, pues dice que
eso uno lo acaba sabiendo, hasta ves el consuelo de reencontrarse con aquel que
se fue en su rostro como último vestigio de una vida vivida y acabada.
Sin embargo, otros, una parte poco
significativa de seres humanos (por llamarlos de alguna manera), no buscan
compañía cuando están solos pese a que sus quejas por ese estado sean siempre
monotema en sus conversaciones. No buscan ni tan siquiera amor pues bien se
sabe que cuando uno está sólo, si lo que quiere es cariño para mitigar ese
soledad, le da igual que este sea dado por una hija o un hijo, un amigo o
amiga, un nieto o una nieta,… Mas cuando es un ardor que nace justo de ese
miembro flácido, cano, anciano y desgastado por el paso de los años, el que
desea ser consolado, no el que late en lado izquierdo, a la altura del pecho,
nadie que lleve tu nombre o tu sangre, consuela esa asquerosidad nacida de un
frenesí antiguo de alguien que siempre sintió con la misma parte de su cuerpo
sin importar nunca amor o cariño alguno.
Soledad, amor, frenesí. Pocos entienden la
similitud entre ellas. Todas son palabras, eso no me lo podéis negar ninguno.
Mas su significado, el que cada cual le quiera otorgar, es la que hace de las
tres una y de cada una tres.
MORALEJA: William
Shakespeare dijo:“La vida es como un cuento relatado por un idiota. Lleno de palabrería
y frenesí, que no tiene ningún sentido”. Lástima que todos estemos todos muy
ocupados para escuchar incluso un cuento, aunque sea un cuento contado por
idiota. A veces, de esos cuentos, uno acaba aprendiendo que su vida no es más
que el resultado de una historia que otros escribieron en su nombre.
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