Hay
a momentos en los que leer una noticia no sólo te remueve las tripas sino que
te hace indignarte contra todo y contra todos. Hoy a mi me ha pasado al leer la
noticia sobre la noticia de un hombre denunciado en Solsona por maltratar a
cien perros que tenía en una finca en condiciones pésimas.
¿Por
qué mi indignación pese a la denuncia? Muy sencillo: la denuncia se hace contra
la persona maltratadora por no tener la licencia de adiestramiento y cría de
animales y por maltrato animal. Se ponen a los animales bajo custodia en la
misma finca bajo la custodia del propietario que deberá alimentarlos y
cuidarlos hasta que sean requeridos por el juez. ¿Propietario? ¿El torturador?
¿Hasta que sean requeridos por el juez? ¿No veis lo absurdo de todo? Si el
propietario es el torturador,… ¿Quién le evitará ahora que no inflija más dolor
a los pobres animales que estaban a su cargo, de los que era el propietario?
Y
lo de el juicio,… ya es de risa nerviosa doliente. En un país en el que la
asistencia de un abogado se ha negado para casos que no superen los dos mil
euros, en los que para cobrar un impagado con que la persona se declare
insolvente se demora un año o dos o los que haga falta, en donde las denuncias
por abuso de poder y por “maltrato” laboral están a la orden del día
acumulándose en la mesa de los funcionarios judiciales a los que han reducido
salarios mas de una vez,… ¿Quién va a preocuparse por cien perros desatendidos?
A
pocos les importan estos animales y es una pena porque si hemos perdido el
aprecio por aquellos que eran los mejores amigos de los hombres,… ¿Quién va a evitar
que nosotros seamos torturadores de los derechos de otros seres humanos?
Por
desgracia, y aunque cueste de creer, en el momento que se traspasa la barrera
de alzar la mano para ser más BESTIA que animal, dudo que se pueda volver atrás
o contener al SELVÁTICO ser que anida en el interior del que renunció a lo mas
básico como cuidar a un animal por ser “CACIQUE” del dolor.
MORALEJA:
Si alguien pierde el trabajo y no tiene recursos económicos y acude a los
servicios sociales buscando ayuda. ¿Sabéis lo que le responde? Si tiene pareja
con trabajo que ya tiene ayuda. Si tienen a familia ya tiene ayuda. Si tiene
casa aunque sea hipotecada que no pueda pagar, que hasta que no llegue el
embargo, no pueden ayudarles para garantizar una comida. Luego, cuando tu cara
de arrebato roza en sus ojos el descontento de la pregunta apuntillan sus
respuestas diciendo: la situación es mala para todos y hay gente que está mucho
peor. Si no teniendo nada no recibes ayuda porque hay personas que están mucho
peor,… ¿Quién va a pensar en animales maltratados? Yo no busco una respuesta
para esta pregunta sino un acto que me haga volver a recobrar la esperanza y la
fe.
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